27 dic 2016

IV - ESCAPADA DE 4 DÍAS AL SUR DE SALAMANCA, INCLUYENDO TRUJILLOS (Cáceres) Y DOS PUEBLOS DE PORTUGAL (Almeida y Castelo Rodrigo)

 

Página Principal / Capitulo III

CAPÍTULO IV – RELATO Y FOTOS DEL DÍA 4: CIUDAD RODRIGO –BÉJAR-CANDELARIO (Salamanca)-SEVILLA

DÍA 4º) VIERNES 23/12/2016

Ya había terminado nuestra estancia en el Parador de Ciudad Rodrigo y hoy teníamos que emprender camino de nuevo hacia Andalucía pero antes queríamos visitar algunos pueblos que “casi” nos cogían de paso.

Optamos por Béjar por ser el más grande, importante y conocido, pero no el más bello, Candelario y Hervás en la provincia de Cáceres aunque a este último no llegamos a entrar, mis acompañantes estaban delicados de salud y ya no quisieron que paráramos, otra vez será.

Para llegar a Béjar, nos aconsejaron en el Parador que pasando La alberca, la carretera era muy sinuosa y peligrosa para ahorrar sólo unos pocos kms. que tenía más cuenta llegar hasta Salamanca y luego bajar de nuevo que era todo autovía.

Tenía razón este hombre, sólo que nos cogió una mañana de niebla impresionante y tuvimos que conducir más lento de lo usual.

Llegados a Béjar paramos en su oficina de turismo que está a la entrada del pueblo, en la Ctra. de Salamanca, junto al Parque Municipal, allí nos dieron un plano y nos aconsejaron la ruta a seguir y donde dejar el coche.

Ciudad Rodrigo –Béjar – Candelario – Sevilla  554 kms. (5h 5’).

image_thumb9

Aparcamos en el Parking de la calle Colón, donde está el parque infantil El Murallón. Nos fuimos caminando por el Paseo de Ramón y Cajal y la larga calle Mayor de Sánchez Ocaña.

Esta calle me decepcionó tanto….. esperaba una calle principal del pueblo ya que es la calle comercial por excelencia y era triste, sí, llena de comercios, pero en su mayoría cerrados con letreros de se vende, se alquila, rebajas y en liquidación, qué pena!, que daño ha hecho la crisis,  las grandes superficies y también la emigración a las grandes ciudades, supongo que esa calle (porque es la primera vez que he estado en Béjar), tiempos atrás, debió tener su apojeo comercial y un vaivén de gente impresionante en hora de los comercios abiertos .

Y seguimos, y seguimos, por la larga y aburrida calle Mayor, por fin una placita, la de Gómez Rodulfo, nada del otro mundo, seguimos adelante, ah, un pequeño ensanche con una fuente y banquitos, bueeeeno, seguimos, por fin llegamos a la primera cosita interesante, Plaza de Martín Mateos donde se encuentra el Teatro Cervantes, el Conjunto de la Torre ábside de San Gil y el Museo Mateo Hernández

Me llamó la atención las fachadas de muchas casas, están recubiertas de tejas, no se si será por el frío o la nieve o es costumbre por aquellas tierras.

Conjunto de la Torre ábside de San Gil

20161223_113108

Seguimos adelante y… otra placita, la de la Piedad, esta un poco más bonita con sus soportales en los edificios estilo más castellano y la Hospedería Real de Béjar al fondo.

Y seguimos por esa estrecha y larga calle hasta la Plaza Mayor de Maldonado. Habíamos andado aproximadamente 1 km. pero como no tenía ningún interés turístico, se hizo muy largo.

En esta plaza, junto a las murallas que veríamos después, se encuentra todo lo más interesante del pueblo.

El Ayuntamiento

Interesante muestra de arquitectura renacentista, que desde 1578 que fue construido, ha albergado siempre la sede del ayuntamiento. En su fachada observamos los escudos de la villa tallados en granito.

20161223_113444

Frente al Ayuntamiento, la iglesia del Salvador, bonito edificio de pétrea estructura de transición entre el románico y el gótico. Buena parte del interior como es su retablo mayor y muchos enterramientos se perdieron en el incendio de 1936.

La Iglesia del Salvador

20161223_114904

20161223_11531820161223_115001

20161223_11502320161223_115104

Palacio Ducal de los Zúñiga

Es la antigua fortaleza de Béjar que en el siglo XVI se transformó en Palacio Ducal de los Zúñiga. Desde 1963 el edificio alberga un instituto de enseñanza media y en uno de los torreones que dan a la Plaza Mayor, se encuentra instalada una cámara oscura para poder contemplar la ciudad.

20161223_115215

Continuamos hacia la muralla pero nos paramos en el “Mirador del Buen Duque a contemplar estas bonitas vistas.

Vistas desde el “Mirador del Buen duque”

DSC_0835DSC_0836

DSC_0839DSC_0837

Para acceder a la muralla, bajamos por la Travesía del Padre Roca y tras cruzar una puerta verde, según nos dijo un señor, accedimos directamente a la muralla que nos lleva hasta el parque de la Antigua, parece ser según nos dijo ese señor que la apertura para visitar toda la muralla es reciente.

El paseo de las murallas es muy bonito, se ven las distintas puertas, la de San Pedro, la de San Antón y la Puerta del Pico. Da gusto ver lo bien que se conservan las murallas gracias a la rehabilitación que poco a poco ha ido sufriendo.

Murallas de Béjar

DSC_0838

20161223_12163720161223_121938

DSC_0840

20161223_12053720161223_121823

Al terminar de recorrer toda la muralla, en el parque, emprendimos de nuevo la vuelta por la aburrida calle Mayor hasta el aparcamiento, ahora sí había un poco más de gente, pero me sigue pareciendo una calle fea y triste, a pesar de tener algunas bonitas fachadas de casas antiguas.

Por supuesto que Béjar tiene muchísimas más cosas que ver, entre otras la Iglesia de Santa María la Mayor y la de Santiago con su Museo Sacro, la cámara oscura, el Museo Judío y el de la industria textil, entre otras y en las afuera la plaza de toros que dicen es la más antigua de España, “la ancianita”, el Santuario del Castañar y la Villa Renacentista de El Bosque, pero ya mis acompañantes estaban agotados (de tanta calle Mayor, jeje y el paseo por la muralla) que ya nos fuimos directamente a Candelario.

CANDELARIO

Estando tan cerca, a sólo 4,5 kms aproximadamente de Béjar, no nos podíamos ir sin ver este pequeño pueblecito de escasos 1000 habitante, encuadrado dentro de los pueblos con encanto y más bonitos de España.

Llegamos al pueblo  y lo primero que nos encontramos fue la Ermita del Cristo y junto a ella la Plaza del Humilladero, donde aparcamos, allí al lado, haciendo esquina con la C/. Parque,  se encontraba la oficina de turismo, pero estaba cerrada.

Antes de dirigirnos al Ayuntamiento, por sus empedradas y empinadas calles, donde allí una chica nos enseño el salón de plenos y nos entregó un planito para movernos por el pueblo, nos paramos en el Bar el Refugio, al principio de la calle Mayor a tomar una cervecita y reponer fuerzas para las cuestas.

Ermita del Santísimo Cristo del Refugio

Esta ermita del s. XVI, en la que en su interior, aunque nosotros no pudimos verlo por encontrarse cerrada, se encuentra la venerada imagen del Santísimo Cristo del Refugio, la talla es de un crucificado vestido con falda roja bordada en oro.

20161223_13170220161223_131712

DSC_084120161223_131845

Cabinas de teléfono de Candelario

DSC_0843

El Ayuntamiento

Edificio construído en 1895 y por tanto perteneciente a la arquitectura civil del s. XIX. Destaca una bella escalera de piedra con muros de mampostería y sillares bien trabajados.

DSC_084420161223_135129

Las Batipuertas

Uno de los elementos arquitectónicos más destacados de Candelario son las batipuertas, situadas en la parte exterior de la puerta de entrada a as viviendas. Su finalidad era que la puerta principal estuviese abierta, dejando entrar la claridad de la calle para poder trabajar cómodamente. Así mismo servía para que los animales que transitaban por la calle no pudieran entrar en la casa. Por otro lado en época de matanza se usaba para que el matarife estuviera protegido al darle la puntilla a la res que estaba enmaromada en el exterior.

20161223_13442620161223_134045DSC_0864

20161223_13593820161223_140721

DSC_085020161223_140633

DSC_0855

Las Regaderas

Las regaderas con canales de agua cristalina que discurren por todas las calles de Candelario. Su finalidad era mantener limpias las calles después de la matanza, desde el 2 de noviembre al 2 de febrero, época en la que se sacrificaban miles de cerdos, para realizar el renombrado chorizo de Candelario.

A partir del 24 de junio el agua la distribuye la comunidad de regantes para regar huertas y prados que se encuentran alrededor de la villa. Todas las regaderas parten de una principal llamada “regadera del pueblo”. La distribución del agua se hace por medio de compuertas.

20161223_13190820161223_134956DSC_0854

20161223_141106DSC_0865

Los rincones y calle de Candelario. Su arquitectura típica

Mantiene intacta su arquitectura típica de casas de tres plantas de piedra, madera de castaño y forja, construidas para la industria chacinera, que era la actividad principal de candelario desde el siglo XVIII hasta principios del XX. La planta baja se utilizaba para elaborar el embutido, la primera planta era la vivienda de los dueños de la casa y la tercera planta o desván estaba destinada al secado de embutidos

20161223_140918DSC_0842

DSC_0845DSC_0849

DSC_0851DSC_0853

20161223_135920DSC_0857

20161223_140751

20161223_141331_Richtone(HDR)20161223_141439_Richtone(HDR)

20161223_141940DSC_0862

DSC_086320161223_142236

DSC_0859

DSC_0860DSC_0856

DSC_085820161223_141832

Las Fuentes de la Villa

Las fuentes forman una parte importante de la arquitectura de Candelario. Se encuentran repartidas a lo largo del pueblo, siendo un total de quince.

Todas o casi todas cuentan con manantial propio. Las más conocidas son: fuente de la Carretera, el Arrabal, Perales, La Romana, La Cruz de Piedra y la Hormiga. Su agua es pura y cristalina y muchas han sido plasmadas por pintores y cantadas por poetas.

20161223_134219

20161223_141207DSC_0852

20161223_140202DSC_0847

DSC_086120161223_142536

La Iglesia Parroquial.

La Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción tiene origen medieval, si bien en su mayor parte, pertenece a los siglos XV y XVI. Estaba cerrada no pudimos visitarla.

DSC_0846DSC_0848

Al bajar de nuevo a la ermita del Cristo, volvimos a entrar en el Bar el Refugio, con intención de comer, y donde a pesar de ser muy simpática y fuimos muy bien atendidos por su dueña, nos pasó lo mismo que el día anterior, que fiasco, tampoco ponían comidas, repito que eso no me ha pasado nunca, menos mal que aquí siquiera nos podían preparar unos bocadillos, y qué bocadillos, por su impresionante tamaño y por la chacina de la tierra que la fama no es  infundada.

Ya tras esto emprendimos viaje a Andalaucía.

Página Principal / Capitulo III