14 jul 2021

DIEZ DÍAS EN EL PAÍS VASCO. CAPÍTULO II: BILBAO-SAN JUAN DE GAZTELUGACHE-BAKIO-CENTRAL DE LEMONIZ-CASTILLO DE BUTRÓN-PLENTZIA-GUECHO-BILBAO


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Día 3º) BILBAO-SAN JUAN DE GAZTELUGACHE-BAKIO-CENTRAL DE LEMONIZ-CASTILLO DE BUTRÓN-PLENTZIA-GUECHO-BILBAO

Lunes Día 05/07/2021

Hoy tocaba excursión por la costa, queríamos ver de nuevo San Juan de Gaztelugache, que en nuestro anterior viaje (2002) subimos hasta arriba, vimos la ermita e hicimos el tradicional toque de campana, esta vez ya sabíamos que no podíamos subir hasta allí porque estaba cerrado por desprendimientos pero queríamos al menos acercarnos para verla.

Salimos temprano de Bilbao, aunque está cerca, a 35,9 kms (unos 48') se intuía que al ser julio y un sitio tan turístico habría restricciones o problemas de aparcamiento aparte de que a nosotros nos gusta comenzar el día pronto (por eso en verano casi nunca llegamos a ver los edificios iluminados)

Al llegar, unos policías que se encontraban allí,  nos indicaron que aparcáramos en un parking a la izquierda y que bajáramos un tramo andando. Sólo se podía acceder al restaurante y suerte que al estar abierto este, pudimos entrar a través de su terraza para ver las vistas que desde allí había del famoso promontorio.

Luego veríamos que frente al restaurante como era temprano, podríamos haber aparcado, pero la caminata no fue muy grande.

También nos enteramos allí que unos días antes a través de la página web se podía pedir cita y acceder en cupos limitados y nos dio mucha pena no habernos enterado antes para haber hecho la reserva.

Más tarde, nos aclararían en la oficina de turismo de Bakio, que sólo se podía llegar hasta el inicio del camino y era un terreno pedregoso de unos 2 ó 3 kms entre ida y vuelta.

Así que con lo que vimos nos quedamos muy satisfechos, tal es así que cuando a la señora de la oficina de turismo le enseñé mis fotos,  me sugirió publicarlas en Instagram con enlaces a mucho sitios turísticos de Euskadi, vamos que ella misma se encargó, yo no domino tanto las redes sociales.

Entrada a través del Restaurante ENEPERI.
Lo cierto es que el restaurante tiene una pintaza, tanto sus vistas como su cocina, según la web, lástima que no era hora de comer para haber almorzado allí y aprovechar la vista durante más tiempo.













Visto esto y como no teníamos acceso a verlo más cerca, por no haberlo reservado previamente como comenté antes, nos volvimos para Baquio y paramos en el Mirador de Askada donde hay una buena vista de su fantástica playa de Arimune.




En el mirador hay unos bancos de acero y las barandillas, sus curvas, son de unas formas raras que no entiendes ese diseño caprichoso, más tarde, también en la oficina de turismo nos explicarían que esos bancos tenían formas de letras que formaban la palabra BAKIO, sólo se podía leer desde el aire, o el mar, o tal vez desde la playa que no bajamos y es posible que también se divisase desde allí.

  
En el mirador también se encuentra una escultura-veleta metalizada que la preside y de allí salen las escaleras que dan acceso al arenal y la playa.

Fuente de la foto: Web turismo ayuntamiento




De allí nos fuimos a la oficina de turismo que se encuentra a la entrada del pueblo a la izquierda, nos la pasamos de largo cuando íbamos para S. Juan porque estaba cerrada, para los turistas madrugadores como nosotros, las oficinas de turismo abren muy tarde, bueno en realidad normalmente, la mayoría de ellas tienen muy pocas horas abierto, cosa incomprensible en un lugar turístico y en temporada alta.

No tengo palabras para agradecer a Izarra, la señora que nos atendió, muy simpática, amable y servicial, cómo nos informó de todo lo que podíamos visitar tanto a nivel local como lo que podíamos ver por los alrededores dándome todo tipo de folletos y explicaciones y además brindando la posibilidad de que la llamáramos ante alguna duda.

El problema de Bakio es el aparcamiento, nos sugirió subir a la montaña para ver la ermita de Andra Mari y el mirador donde podríamos ver los viñedos de chacolí y tras ellos otra vista de San Juan de Gaztelugache.

Pasamos por la ermita, Asunción de Nuestra señora, de estilo gótico, que se ubica en la ladera del Jata, aunque se encontraba cerrada, paramos para ver sus pórticos.




Después vimos los viñedos y otra vista no tan turística de S. Juan de Gaztelugache, aunque a esa distancia posteriormente logramos otras mejores.

Continuamos para ver otra de sus recomendaciones, una de las muchas casas señoriales indianas que se encuentran por aquella zona. Esta concretamente, había obras y era un poco complicado acceder, la vimos de lejos, esta foto es de Google maps, actualmente está dedicada a una residencia de ancianos.



y a continuación nos fuimos para ver Playa de Bisgane desde el mirador que se encontraba al final de pueblo y que enlazaba a continuación de la de Arimune que vimos primero.

Vistas de la Bahía de Estepona y playa de Bisgane












Otra vista de San Juan de Gaztelugache desde el mirador de la Playa de Bakio, con el zoom, evidentemente







Y de allí nos dirigíamos a nuestro siguiente destino, Plentzia, pero con varias paradas intermedias para fotos, que nos pillaban de paso,  a sugerencia de la señora de la oficina de turismo.

La primera sería en el Mirador -Bakio- Behatokia, y aunque ha salido esta bonita foto no había mucha visibilidad por la arboleda.


Otra parada para obtener otra visión más lejana del famosos promontorio de la ermita.



La siguiente parada fue en la abandonada Central Nuclear de Lemoniz.

No llegó a ser puesta en funcionamiento debido a la moratoria nuclear aprobada por el gobierno de Felipe González en el año 1984. La central fue construida sobre la cala de Basordas que fue cerrada y drenada mediante un dique.



Siguiente parada en el Castillo de Butrón, a 15,9 kms. unos 23' de distancia, aunque para esta tuvimos que desviarnos un poquito pero mereció la pena.

CASTILLO DE BUTRÓN

El castillo de Butrón es de estilo neogótico de origen medieval ubicado en el término municipal de Gatica, en la provincia de Vizcaya. Se encuentra aislado, aunque próximo a poblaciones como Sopelana, Urdúliz, Plencia, Munguía, Maruri-Jatabe y Lauquíniz.

Los orígenes del edificio se remontan a la Edad Media, cuando existía en el lugar la casa-torre del linaje de los Butrón, si bien su aspecto actual responde a una profunda remodelación efectuada en el siglo XIX por el marqués de Cubas.

Fue adaptado por un tiempo como establecimiento hostelero con espectáculos de ambientación medieval, resultando posteriormente embargado y sacado a subasta.

Actualmente el castillo es propiedad del grupo empresarial Inbisa.





  

  

El siguiente destino fue PLENCIA, a 9,3 kms. 14'

La villa de Plencia se ubica en la margen derecha del último meandro de su ría, justo antes de su desembocadura en la bahía de Plencia.

Aparcamos en un parking, explanada en la parte trasera del Ayuntamiento.

Un ameno paseo a orillas de la ría, salpicada de pequeñas embarcaciones, nos llevó hasta la tranquila Plaza de Astilleros.

Ría de Plencia, con la pasarela al fondo






Plaza Astillero, Ayuntamiento y Quiosco de la música




Nos paramos a tomar una cerveza en el Restaurante del Hotel Boutique Bahia De Plentzia que se encuentra en la misma esquina de la plaza del Ayuntamiento con la ría, estábamos tan a gusto que decidimos quedarnos allí a comer.

Comimos muy bien con buena relación calidad-precio, tomamos dos menús a 13,95 cada uno.

Después de comer fuimos por el paseo junto a la ría 1,5 kms. hasta la playa de Plentzia. Playa ruidosa, donde las haya, llena de juventud cada uno con sus músicas y sus movidas, a pesar de ser lunes, estaba muy concurrida, claro que era julio y un día bien caluroso.

Tan caluroso que de allí pretendíamos ir a ver el casco antiguo pero ya estábamos derrotados por el sol y decidimos volver al coche para cambiar a un sitio un poco más fresco.

Diréis, que cómo que no aguanto el calor viniendo de la tierra donde vivimos, pues sí, por eso precisamente viajo al norte en verano porque yo en Sevilla sólo salgo a la calle lo justo e imprescindible, siempre con aire acondicionado.

A través de su paseo marítimo es posible llegar hasta la vecina Gorliz.











De allí nos dirigimos hacia Getxo, 17'3 kms,  en teoría 25' pero nosotros no sabíamos que en dirección a la Oficina de Turismo nos íbamos a encontrar tanto tráfico. 

Al acercarnos a la zona de las playas nos topamos con un buen atasco, lo bueno que mientras fuimos en caravana nos daba tiempo a divisar y recrearnos en las lujosas y maravillosas mansiones que se encontraban en alto y lo malo que pretendíamos aparcar y no había ni un parking libre.

Paramos un momento en la oficina de turismo sita en Muelle Ereaga Kaia, s/n para que nos dijeran donde aparcar y qué ver con un plano en mano.

La chica muy amable nos sugirió que la mejor opción para encontrar aparcamiento a esas horas era en la zona del Puente colgante, aunque era parking de OTA, pero al menos encontraríamos donde dejar el coche y  de todas formas teníamos que ir allí a verlo porque era de la principales atracciones turísticas de Getxo.

Así que eso hicimos, nos fuimos a dicha zona, aparcamos con OTA y  aprovechamos para ver el puente y nos dispusimos a andar los 3,5 kms. que nos separaban del Puerto Viejo Getxo fue residencia de parte de la burguesía industrial bilbaína desde principios del s. XX, gracias a su mayor calidad de vida y sus playas.

Un paseo por sus avenidas, playas y puertos nos llevará a grandes mansiones señoriales.

El Puente de Vizcaya o Puente Colgante entre Portugalete y Getxo, fue el primer puente transbordador construido en el mundo de estructura metálica.

Fue inaugurado el 28 de julio de 1893 y su diseño fue obra de Alberto Palacio y Elissague.

En 2006 fue declarado por la UNESCO como Patrimonio Mundial por ser una de las construcciones más sobresalientes de la Revolución Industrial europea y de la arquitectura del hierro, considerándose una maravilla de la ingeniería de su tiempo, un sueño de hierro laminado.

Situado en el tramo final de la Ría de Bilbao, a pocos metros de su desembocadura en el Cantábrico,

 




   



  




  






Parroquia de Ntra. Sra. de las Mercedes



Playa de las Arenas en el Muelle del mismo nombre con el Monumento a Evaristo Churruca en el espigón, al fondo




Playa de Las Arenas



Fuimos caminando con dirección al Puerto viejo y Casco Histórico, a veces por el interior y a veces por el Paseo Marítimo para evitar el calor que hacía, nos paramos a tomar algo y hacer un pequeño descanso en la terraza del Hotel Embarcadero.

Muelle de la Arenas y otros de los muchas casas señoriales con vistas al mar








Algunas de sus muchas mansiones señoriales que encontrábamos por el camino, estas en el Paseo Marqués de arriluce e Ibarra



Llegamos al Puerto Viejo de Alcorta y como casualmente había marea baja en su muelle, pudimos ver el famoso "Sireno"

El Sireno de Getxo es una instalación temporal de la fotografía Sireno del Río de la Plata (2002) del autor argentino Marcos López, La fotografía está instalada desde el 15 de diciembre de 2010 en el mismo muelle de manera que interactúa con el mar. La imagen ofrece diferentes lecturas en función de la marea: la pleamar nos permite ver únicamente el retrato de un hombre con el torso desnudo, mientras que a medida que baja la marea se va desvelando que se trata de un ser fantástico, un Sireno.

La instalación es una metáfora sobre las apariencias, sobre lo que se muestra y lo que se esconde; así como una nueva mirada sobre las migraciones del Sur al Norte.

  

Tras esto, subimos en el ascensor para ver en el casco antiguo el encanto de sus rincones que te transporta a la época en la que los marineros ayudaban a los barcos que se dirigían a Bilbao a entrar y salir de la Ría.

El Puerto Viejo forma parte del conjunto monumental con la categoría de Bien Cultural





    
Salvo por el diferente estilo de construcción, por la blancura de sus paredes me parecía estar en un pueblo blanco de Andalucía más que en el País Vasco.






    




      







 
    

De nuevo abajo, empezaba a caer el sol y a esas horas teníamos estas bonitas vistas. 

Emprendimos caminando el regreso al Puente Colgante donde teníamos nuestro coche.




Terminada nuestra excursión del día, nos fuimos para Bilbao, último día en nuestro alojamiento en la ciudad pero antes, de camino a este, en el coche pasamos por la zona de San Mamés, Puente Euscalduna, Grúa Carola y Cartel de Soñar, que eran algunas de las cosas que nos habían quedado pendientes de los tours que realizamos el día anterior porque estaban un poco más retirados para ir caminando.

Carola era la grúa más potente de su época: se decía que era capaz de levantar cualquier cosa, y por ello fue una de las razones de que el puerto de Bilbao fuese uno de los más importantes del mundo.

La grúa forma parte de la exposición del Museo Marítimo de Bilbao, pero no hace falta pagar para poder disfrutar de su visión, sino que se puede contemplar desde fuera. Y, su nombre de la romántica historia de los obreros trabajando, descargando los barcos, o inactivos, contemplando a una bella muchacha, Carola, cruzar la ría y saludándolos al pasar.


Este es uno de los muchos carteles que forman el Arte Urbano de bilbao. Me hubiera gustado tener más tiempo para hacer la ruta del Street Art de la ciudad, pero quedaron tantas cosas.... que serán para una próxima vez.






Con estas vistas nos marchamos para el hotel y nos despedíamos de la ciudad de Bilbao aunque no del País Vasco, aún nos quedaban seis noches más, según nos dijeron en una oficina de turismo, hemos superado la media los visitantes, y aún así nos quedaron tantas cosas por ver..., parece mentira que en tres provincias tan pequeñas estén concentradas tantas cosas maravillosas.

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