23 sept 2024

UNA SEMANA EN BURGOS, VITORIA, PAÍS VASCO FRANCÉS Y SORIA - CAPÍTULO II - BURGOS-ORBANEJA DEL CASTILLO-PUENTEDEY-FRÍAS-TOBERA-VITORIA

 

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CAPÍTULO II - BURGOS-ORBANEJA DEL CASTILLO-PUENTEDEY-FRÍAS-TOBERA-VITORIA

Domingo 15/09/2024


Salimos temprano de Burgos para iniciar nuestra excursión del día y continuar el camino hasta los destinos previstos.

Este fue el recorrido del día aproximadamente:  249 kms. 4 h de conducción.


Como era domingo, la mayoría de los bares céntricos de alrededor de nuestro alojamiento estaban cerrados, tuvimos que llegar hasta Sotopalacios, a unos 15 kms, donde encontramos el Hostal Sotopalacios, junto a una gasolinera que aprovechamos para echar gasolina.

Menos mal que finalmente encontramos ese sitio, muy agradable, el personal muy amable y las tostadas estaban buenas, aunque claro, aunque esté feo comparar, pero por el norte, cada vez que vamos nos pasa lo mismo, nos es difícil encontrarlas y cuando las hay, no están como en nuestra tierra que las hacen con tostador, allí utilizan horno o parrilla y no es lo mismo.

Tras estar todos con la barriguita llena, incluido el coche, salimos para Orbaneja del Castillo.

Cuando habíamos recorrido 43 km más,  unos 40',  llegamos al parking de  Pozo Azul, que es un lugar que nos habían recomendado en el Hostal donde desayunamos.

Se trata de la cueva subacuática más larga del mundo. Decían que era un lugar espectacular. Cuando llegamos había unos buzos que acababan de salir de su inmersión y fueron los que nos quitaron un poco las ganas porque si nuestro fin no era el buceo como ellos, había que caminar un buen ratito y no era tan espectacular lo que íbamos a ver, y como además teníamos el día muy apretado, desistimos.

Sí mereció la pena llegar al menos hasta allí. Pertenece al pueblo de Covaneras y justo a la entrada de este, donde tomamos el camino para el parking del pozo azul, se encuentra esa bonita y empinada roca que sale en el video pero que no pude fotografiar por ir conduciendo.

Continuamos por 17 kms más (22') hasta el parking de la entrada del pueblo (Orbaneja), o parking de la cascada, habíamos dejado atrás tres parkings más, que me imagino que en verano o en épocas de mucha afluencia se llenarán todos. 

Allí dejamos el vehículo que era el punto más cercano al pueblo ya que si eres turista o visitante y vas a ver Orbaneja del Castillo no puedes subir con el coche, solo está permitido a residentes.

Ya desde el parking se tenían vistas de las rocas de los camellos besándose, que veríamos más tarde desde distintos puntos del pueblo y más adelante explicaré.


Hay un cuarto parking más arriba de la cascada, por si vais en época de afluencia y está todo ocupado.

Fue fantástico llegar a esa hora porque tuvimos la oportunidad de ver La Poza turquesa  de ese color azul tan bonito como veis en la foto, que luego a la vuelta, cuando íbamos a recoger el coche, rondando las 11:00 de la mañana, ya no tenía el mismo color.

ORBANEJA DEL CASTILLO

Poza Turquesa (Junto al parking de la cascada)









Justo al lado de la escalera donde se accede para subir al pueblo se encuentra esta otra espectacular cascada en varios niveles con el verdor del musgo. Es una cascada fluvial que fluye por varias plataformas rocosas y un túnel hasta llegar a la poza turquesa de las fotos anteriores.

Cascada de Orbaneja del Castillo





  

Al lado se toma la foto del salto del agua auténtico que viene desde lo alto del pueblo.


Y comenzamos a subir.... a unos les cuesta más que a otros, pero hay que valorar el mérito que tienen Asunción y Luisa, la primera, con los meniscos rotos y la segunda con problemas respiratorios, pero con paciencia y despacito se llega a todas partes. Gracias a que, a un poco más de medio camino tienes recompensas como la segunda foto.

  
Orbaneja del Castillo es una localidad de la provincia de Burgos al límite con Cantabria, se caracteriza por su paisaje kárstico modelado por el agua. En la actualidad tiene 47 habitantes.

  


Seguimos de frente porque vimos un quiosco de información y turismo, pero cuando nos acercamos nada más lejos de la realidad. Era donde se sacan las entradas (2€) para ir a la Cueva del Agua.

La persona que atendía, no podía ser más desagradable, no daba ninguna información, no ya del pueblo en sí, sino tampoco de la propia cueva del agua. Al final, como no teníamos ninguna información y había que caminar subiendo un rato, decidimos no verla.

Después he podido encontrar esta información: En épocas de mucha agua, la cueva la cierran por seguridad, está iluminada durante el recorrido. Tiene varios sifones y te adentras mas de 100 metros, al final de la cueva se puede ver el agua. Las aguas de los manantiales bajan hasta el río Ebro.

Así que decidimos callejear por el pueblo que es muy bonito.



  

  








El beso de los camellos y mapa de África, es una formación rocosa muy peculiar y famosa de la zona, las figuras son formadas por la erosión.

Para ver el beso de los camellos bajamos hasta el restaurante El Gallinero, pero era muy mala hora dando el sol de cara para obtener una bonita fotografía de allí, pero no tiene importancia ya que se aprecia desde muchos lugares del pueblo.

No obstante los mas valientes subimos al mirador, una empinada cuesta y sólo para ver el pueblo desde arriba porque no obtuvimos mejores vistas de los camellos que las que ya habíamos tenido abajo.

















De nuevo en el coche, recorrimos 44 kms durante 49' para llegar al pueblo de Puentedey.

Puentedey es una localidad de Burgos. Pedanía del municipio de Merindad de Valdeporres, se ubica en la comarca de Las Merindades. Tiene actualmente unos 50 habitantes.

Está catalogado como Uno de Los Pueblos Más Bonitos de España desde el año 2022.



Antes de entrar en el pueblo, justo al lado del cartel anterior, se puede obtener la siguiente panorámica de las casas sobre la roca.




Siguiendo la calle principal de Puentedey y pasando el puente que cruza el río Nela, se encuentra un pequeño túnel que por encima pasan actualmente las vías verdes Santander-Mediterráneo, lo que antiguamente fueron las vías de ferrocarril, pasando este pequeño túnel a la izquierda fue donde aparcamos.

El principal atractivo de Puentedey es su impresionante puente natural de piedra, conocido como el Puente de Dios, con sus 15 mt. de altura. Este puente fue formado por la erosión del río Nela a lo largo de miles de años. Es una maravilla geológica que cautiva a todos los visitantes y más a los que nos gusta la fotografía.













    



A pesar de estar enfrente la oficina de turismo, es curioso que un domingo se encontrara cerrada. Así que buscamos la forma de acceder la parte alta del pueblo.

Después de pasear por debajo del puente, vimos que se podía acceder al pueblo desde allí, pero era más largo y empinado, optamos por otra perpendicular a la calle principal, pero finalmente hay que atravesar un trozo de campo bastante empinado también, así que a los que llevéis mal las cuestas procurad estudiar con anterioridad la forma de acceder más cómodamente al pueblo por si os encontráis la oficina de turismo cerrada como nosotros.

Iglesia de San Pelayo

La iglesia de San Pelayo es una joya arquitectónica religiosa de la época que refleja la rica historia y cultura del pueblo. Construida en el siglo XV , su diseño combina elementos góticos y renacentistas con una fachada sencilla pero elegante y una torre campanario que se alza imponente sobre el pueblo.



Dentro de la iglesia se encuentra un hermosos retablo barroco, pinturas religiosas y una serie de esculturas que representan a San Pelayo y otros santos.


  


Desde allí, volvimos a subir otro poco más para llegar hasta el mirador de San Andrés. Punto de observación perfecto para disfrutar de las vistas de la zona.





Volviendo a la carretera o calle principal, frente al puente natural se encuentra un parque con una pequeña cascadita muy relajante que es un toque especial, creando un ambiente sereno y tranquilo, también hay algunas esculturas talladas sobre el propio árbol.

    

Y ya para terminar las visitas de Puentedey, nos aconsejaron que fuéramos a ver la Cascada de la Mea, que se encuentra a 1,3 km. del pueblo, en dirección a Quintanilla de Valdebodres, bueno, ahí está el aparcamiento (para dos o tres coches), pero qué decepción ya que después de caminar unos 15 ' de nuevo por terreno empinado (no exento de belleza), aunque en época de agua tiene que ser muy relajante, al llegar arriba, estaba totalmente seca, no caía ni una gota.





De nuevo en el coche, esta vez para hacer 50,5 km. 53' hasta llegar al pueblo de FRÍAS.

El Ebro, a su paso por las tierras de las Merindades, en el norte de Burgos, deja en una de sus orillas la bella ciudad de Frías, la más pequeña de España, eso te dicen en todos los lugares donde buscas información sobre este pueblo, aunque yo no he tenido esa sensación he estado en otros pueblos más pequeños (¿?).

Al llegar a Frías lo primero que te encuentras es un bonito puente medieval construido en el siglo XIV, cruza el río Ebro y tiene una longitud de 143 m. su construcción fue parte de la repoblación llevada a cabo por Alfonso VIII, y sigue siendo un símbolo icónico de Frías.

Aunque en la preparación de este viaje no recordaba haber estado en este pueblo, lo cierto es que me sonaba bastante y fue en el momento de ver este puente medieval cuando recordé haber estado allí y en el siguiente y cercano pueblo de Tobera.

Las fotos que pongo a continuación del puente medieval son las de mi viaje anterior en 2021, cuando fui con mi marido, esta vez no paramos, sólo pasamos de largo.








Aparcamos en un parking a la izquierda según entras en el pueblo y en la calle principal C/, Mercado 21, se encuentra el restaurante" A Fuego Lento" que habíamos hecho reserva por haberlo visto en Internet.

No fue un acierto, ya que al ser domingo sólo tenían menú, no había opción de pedir nada de carta, el precio era de 23€ sin bebidas y tampoco había mucha variedad de platos, aparte de que el personal no era muy amable.

Menos mal que al menos nos dieron un mesa con buenas vistas, en el salón interior, que al principio como estaba más vacío era menos ruidoso pero cuando se llenó era incómodo. Pagamos por los 4 menús, 5 bebidas y 3 cafés 107,40€.

Eso sí, desde la mismísima puerta teníamos estas fantásticas vistas del castillo levantado sobre un peñasco.






Frías fue declarada ciudad por el rey Juan II en el s. XV, aunque hoy tiene una población de apenas 300 habitantes, su pasado como ciudad es un testimonio de su importancia histórica.

Después nos acercamos a ver las casas colgadas y volvíamos a subir calles empinadas hasta el castillo y la iglesia. Frías conserva una arquitectura medieval impresionante, con calles empedradas y casas antiguas que reflejan su historia.



Después ascendimos por una de sus bonitas calles medievales hasta llegar a la Iglesia de San Vicente. En esta ocasión no hice muchas fotos porque ya tengo bastantes de mi visita anterior.




Iglesia de San Vicente Mártir

La situación de la iglesia es fantástica, en el pico más alejado y alto del pueblo, junto al cortado rocoso, y en el extremo opuesto del castillo, destaca por su mezcla de estilos debido a las numerosas reformas que ha sufrido a lo largo de los siglos. Estaba cerrada y no la pudimos ver por dentro.



Aquí sí estaba la oficina de turismo abierta, aunque ya por la hora no se podía entrar prácticamente ningún sitio.

Castillo de los Duques de Frías.

Este impresionante castillo domina el paisaje y ofrece vistas panorámicas del río Ebro. Fue construido en el s. IX y alberga un interesante museo.





El castillo, aunque no había nadie en la puerta atendiendo a los tickets, a veces, cuando entraban varias personas juntas se escuchaba una locución que había que sacar los tickets en la oficina de turismo, no se si estarían vigilando a través de una cámara, pero al menos hasta el patio central se podía acceder.








Tomamos el camino de regreso para el aparcamiento y nos dirigimos hacia Tobera, una pequeña localidad que pertenece al municipio de Frías y se encuentra sólo a 1,5 kms. de este.

No se puede entrar en el pueblo con coche y hay que avanzar unos 300 mts para dejarlo en el parking frente a la ermita de la Santa Hoz.


La ermita románica de Santa María de la Hoz, del siglo XIII, antaño sirvió como hospedaje para los peregrinos del Camino de Santiago. Se cree que puede estar construida sobre un templo anterior y, en sus interiores, dicen que se conservan coloridos frescos. No obstante, suele estar cerrada al público, yo he estado dos veces y no la he visto abierta.




El cauce del río Molinar, llamado así por los antiguos molinos y batanes que aprovechaban sus aguas, cruza el pueblo con pequeños saltos y se adentra entre las rocas.

Este desfiladero fue una importante vía de comunicación, ya que por él pasaba una antigua calzada romana. De aquella época todavía quedan algunas piedras del camino, además del puente romano-medieval que cruza el río.

El conocido como paseo del Molinar, que tiene un kilómetro de longitud, nos permite seguir el cauce del río para contemplar todas las cascadas y saltos que discurren en su curso.

El paseo discurre por el margen derecho del río, por un camino empedrado de fácil acceso. Durante el recorrido encontraremos diferentes miradores y puentes desde donde podremos observar las cascadas.








Siguiendo el camino que parte desde el puente medieval se llega hasta el pueblo de Tobera, ya que el río también discurre por su casco urbano. Al final del recorrido se encuentra uno de los saltos más espectaculares.

Como ya comenté anteriormente, es mi segunda visita y ambas veces cuando llegamos a este punto, estamos tan cansados que después de las muchas cuestas que ya llevábamos en el día, Orbaneja, Puentedey, Frías... sólo de pensar bajar para ver la cascada y lo peor no era eso sino todo lo que habíamos bajado había que subirlo nuevamente, ya que no dejan meter el coche en el pueblo y hay que dejarlo en los aparcamientos frente a la ermita de Santa María de la Hoz.

Así que si queremos ver el pueblo y esa bonita cascada se quedará para una siguiente vez que comience el día por allí y no esté tan casada.

Desandamos el camino y recogimos el coche y ya sí, sin más paradas cambiamos de comunidad, a nuestro siguiente destino, Vitoria. 78,8 kms. 1h

Calle Portal de Castilla, 8

Hotel clásico de 4* precioso y muy bien ubicado.
Nada más  hacer el checking, que serían sobre las 19:00 horas nos fuimos a conocer un poco la ciudad de Vitoria, que aunque yo ya había estado dos veces, mis acompañantes no la conocían.

Comenzamos por la Catedral Nueva, llamada de María Inmaculada que estaba cerca del hotel , en el céntrico barrio de Lovaina.

Es el edificio neogótico más importante de Vitoria-Gasteiz. Está situada frente al Parque de la Florida.

Cuando se creó la Diócesis que unía los territorios históricos de Bizkaia, Álava y Gipuzkoa, en 1862, se vio la necesidad de un nuevo edificio, ya que la Catedral de Santa María no estaba en buen estado y se había quedado pequeña para acoger a todo el clero. Su construcción comenzó en 1904 y se inauguró en 1969, increíble, 65 años de construcción.

Lástima que solo pudimos echarle un vistazo rápido porque estaban celebrando misa, me pareció espectacular y muy original






Tomamos por la calle El Prado en dirección a la Plaza de la Virgen Blanca, punto donde nos encontramos esta escultura, es "Escultura La Mirada", Se encuentra ubicada en la Plaza del General Loma en su área más cercana a la plaza de la Virgen Blanca.

Fue una donación de Caja Vital Kutxa al ayuntamiento de Vitoria en 1992. Y los Vitorianos la conocen popularmente como "El coño"

Plaza de la Virgen Blanca

La plaza de la Virgen Blanca o plaza Vieja es el principal lugar de encuentro de Vitoria. Se encuentra entre los barrios del Casco Viejo y el Ensanche. Está rodeada de casas blancas y en el centro de plaza se localiza un monumento en recuerdo de la batalla de Vitoria, un episodio de la guerra de Independencia.


La Plaza fue reformada en 2008 convirtiéndola en una plaza en un entorno diáfano y sin obstáculos, tras cambiar el pavimento, eliminar los jardines que lo rodeaban y sustituirlos por parterres. ​ En 2012 se instala la "Escultura Green" para celebrar el galardón de Vitoria como capital verde europea

Escultura Green


Bordeando la Plaza de la Virgen Blanca, en el extremo opuesto y subiendo las escaleras, nos lleva a la Iglesia de San Miguel Arcángel.

En los soportales al final de la plaza, en la entrada a la iglesia de  se encentra esta hornacina con la imagen de la patrona que da nombre a la Plaza.


La iglesia de San Miguel Arcángel es un templo gótico-renacentista construido mayormente en el siglo XIV, emplazado en el lado sur del Casco Viejo de la ciudad.

No pudimos ver mejor su retablo mayor por estar celebrando misa o algún acto religioso de la comunidad venezolana.




  

Otra visión de la Plaza de la Virgen blanca, ya se iba acercando la hora azul y tomaban ese bonito color las fotos.







Monumento al Celedón

Celedón es el personaje cuya llegada, bajando del cielo con un paraguas, abre las fiestas patronales de Vitoria.

Las fiestas se celebran en honor de la Virgen Blanca (Andre Mari Zuria), cuya festividad se conmemora el 5 de agosto. Los festejos comienzan un día antes con la bajada de Celedón, que se realiza en la plaza de la Virgen Blanca ante una gran multitud que recibe al personaje encendiendo puros y abriendo botellas de champán.

Esta estatua conmemorativa se encuentra en la parte alta de la Plaza de la Virgen Blanca. Construida en bronce, tiene el rostro de José Luis Isasi, la primera persona que encarnó a Celedón entre los años 1957 y 1979. La estatua está mirando hacia la Virgen Blanca, la patrona de la ciudad.


Plaza de España

Junto a la plaza de la Virgen Blanca se encuentra esta otra, con igual belleza pero totalmente diferente, se trata de la Plaza de España, también conocida como Plaza Nueva.

Fue construida entre 1781 y 1790 Esta plaza neoclásica forma un cuadrado perfecto de 61 metros de lado y alberga la casa consistorial en su ala norte.

La plaza es un punto de encuentro importante en la ciudad y está rodeada de soportales con arcos de medio punto. Es un lugar ideal para pasear y disfrutar de la arquitectura histórica.







Museo Centro Memorial de las Victimas del Terrorismo



Y ya concluimos por hoy las visitas y nos fuimos a cenar de pintxos.

Primero optamos por el Bar Toloño que ya lo conocía yo de mi viaje anterior, donde tienen una amplia colección de pintxos y todo riquísimos.

El Bar Toloño es uno de los bares más emblemáticos de Vitoria-Gasteiz. Se encuentra en la Cuesta San Francisco 3. Es conocido por la calidad y creatividad de sus pintxos, que combinan tradición y modernidad.

Me encanta tanto por sus pintxos como por su decoración e iluminación.

E l precio: 4 cañas, 7 pinchos y un bocadillo, 33,80€







De allí nos fuimos a otro bar, no menos famoso, en la calle del Prado, 18, Bar Sagartoki, aquí encontrarás un bar bonito , moderno con unos pintxos espectaculares, un poco más caro, tendido en cuenta el tamaño, sí muy elaborados y originales pero muy pequeños.

Algunos, que por su forma, si no te lo dicen no descubrirás lo que es hasta que no pruebas, como por ejemplo esta lámina deshidratada de patata que envuelve un pequeño huevo de gallina. O sea, huevo frito co patatas al gusto, pero a la vista....😂😂

El precio:  1 rac. pimientos de padrón, 4 pintxos, pan romano y 4 bebidas:  41,80€


Y ya de regreso al hotel, mañana continuará nuestro viaje.

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