FECHA: Día 2º) Jueves 26/abril/2012
RUTA DEL DÍA:
KATORO (Umag) –NOVIGRAD-POREC-FIORDO DE LIM-ROVINJ-PULA
Kms. aproximados del día: 110
HOTEL:
HOTEL GALIJA.3*
Epulonova 3, 52100 Pula.
Precio 80€ la habitación doble con desayuno. Reserva a través de Booking
DESCRIPCIÓN:
Amanecimos en el Hotel Sol Garden Istra de Katoro (Umag), con un maravilloso día y con unas bonitas vistas del gran complejo hotelero desde la habitación.
El desayuno fue fantástico, un inmenso salón con también una ingente cantidad de alimentos fríos, salados, dulces, etc.
Después del copioso desayuno hicimos el check-out y aprovechamos para pedirle a la amable recepcionista que nos hiciera reserva para comer en un restaurante llamado “Blu”, a las afueras de Rovinj, del cual llevábamos referencias de los comentarios de una bloguera de Internet.
Vistas del Hotel desde la ventana de la Habitación
El primero de los sitios previstos en la ruta del día de hoy era Umag, pero ya intuía que el día iba a ser denso y concentrado y que si queríamos disfrutar mejor de otros sitios y queríamos llegar a Rovinj para la hora de comer, tendríamos que sacrificar algo, y decidimos que lo primero sería Umag, así que emprendimos camino hacia el siguiente destino: Novigrad.
NOVIGRAD
A solo 18,4 Kms. de Katoro, por la carretera de la costa, en escasos 30’ nos encontrábamos en Novigrad, situada al sur de Umag. Es una ciudad pequeña que conserva el encanto de la época romana y que guarda preciosos tesoros romanos. Su encanto reside en sus calles adoquinadas, la muralla y sus torres que nos vigilan inmóviles. Su casco viejo nos sitúa en la época medieval que se ha mantenido hasta hoy.
La zona más céntrica mantiene el nombre del asentamiento romano de Emona, que posteriormente tomó el nombre de Neapolia y actualmente el de Civitas Nova.
Llegamos, y después de aparcar el coche, sin ningún problema en esta ciudad y época del año, nos dirigimos hacia el centro buscando una oficina de turismo, antes tuvimos que pasar por el puerto y una simpática vinatería, de ahí las bonitas fotos que os muestro.
Puerto
Es tierra de pescadores y eso es lo que vimos en su puerto, además de embarcaciones de recreo, redes, aparejos y barcos que se nutren del mar para vivir.
Vinatería
Justo al lado del puerto estaba la oficina de turismo donde nos dieron este planito, aunque la descripción de los monumentos no venía en español, al menos nos serviría para orientarnos.
Comenzamos la ruta por sus calles y llegamos a la Plaza Veliki, donde se encuentra el Ayuntamiento y la Iglesia Parroquial de Santa María, este monumento tiene dos nombres más, San Maximiliano y San Pelagius, patrón de Novigrad. Esta iglesia es una mezcla de estilos, desde su origen románico hasta la remodelación que sufrió en el S. XVIII de estilo barroco.
Plaza Veliki. Ayuntamiento
Plaza Veliki. Campanario e Iglesia de Santa María
Desde el parque a las puertas de la Iglesia se podía ver el espigón con el faro y el otro lado del puerto así como el malecón donde habían unas simpáticas piscinas llenas con el propio agua del mar.
Seguimos caminando entre sus calles y rincones hasta llegar a las murallas. La muralla, existe desde el S. XIII y está acompañada de dos torres circulares que protegen la ciudad.
Calles y rincones de Novigrad
Panorámica del mar a través de una ventana
Las Murallas
Pasamos por la pequeña puertecita que atraviesa la muralla para ver esta en todo su esplendor y nos dimos de lleno con la playa, zona de baños muy preparada con sus duchas, rampas y lo que más nos llamó la atención por no haberlo visto nunca, los asideros para acceder al agua dada la dificultad por ser esta playa de piedra, como la mayoría de la Costa Adriática.
Nuestra afición a fotografiar flores nos lleva a pararnos donde quiera que haya pantas.
Plantas en Novigrad
Después recorrimos algunas calles más de la ciudad, con casas muy bonitas, casi todas con su pequeños huertecitos, recogimos el coche y nos dirigimos a Porec. Estaba sólo a 16,6 Kms. 25’.
POREC
Porec se encuentra alrededor de una bahía protegida del mar por la pequeña isla de Sveti Nikola (san Nicolás).
Al llegar a Porec, aparcamos en un gran parking de pago muy cerca del centro, concretamente en la C/. Mlinska, 1, y tras pasar por la Calle Zagrebacka, donde se encuentra la oficina de turismo, llegamos a la inmensa plaza de la Libertad (Trg Slobode) presidida por una iglesia, en un lateral se encuentra una escultura muy moderna y frente a esta muchos bares y restaurantes.
Plano del centro de Porec
Plaza de la Libertad (Trg Slobode)
De la Plaza de la Libertad, parte la principal arteria de la ciudad que nos adentra en el caso histórico, la C/ Decumanus que llega hasta el Forum (Trg. Marafor). En tiempos, fue la vía principal de la ciudad romana. Hoy está rodeada de bonitas casas gótico-renacentistas o barrocas así como por un sinfín de tiendas de recuerdos (bordados, velas, camisetas...), joyerías y heladerías. El suelo es de losas de piedra brillantes que me recordaban al de Placa en Dubrovnik.
Calle Decumanus, vista general y suelo
Sólo anduvimos un tramo de esta calle, hasta a 3ª bocacalle a mano derecha, estaba indicado, donde giramos para visitar la Basílica eufrasiana, principal monumento de Porec.
La entrada a la basílica cuesta 30 Kn (4€)
La basílica de San Eufrasio es un edificio del siglo VI, fue construido sobre las bases de una iglesia del siglo V. Fue edificada durante el imperio bizantino, a petición del obispo Eufrasio, cuyo nombre lleva. Este magnífico edificio está adornado con unos bellos y sencillos mosaicos, y su belleza e importancia fue reconocida por la UNESCO en 1997, cuando fue declarado Patrimonio de la Humanidad.
Basílica de San Eufrasio
Torre de la Basílica de San Eufrasio
Al salir de la basílica tiramos por calle Eufrazileva, pasando por el parque J. Dobrile hasta llegar a Cardo Maximus, la otra calle principal que cruza a Decumenus, a partir de las cuales se desarrolló toda la red de calles de la ciudad. Poreč ha conservado la forma original de la fortificación romana. La fortificación fue construida con estas dos calles principales.
Parque J. Dobrile
Flores en Porec
Calles Cardo Maximus y Decumanus
Continuamos caminando hasta el foro en la plaza Marafor, donde finalizaba Decumanus. Durante siglos, en el foro romano de Marafor se construyeron templos, uno de los cuales está dedicado al dios Neptuno. Allí encontramos algunas casas de estilo románico, así como bellos palacios góticos venecianos.
Ya habíamos llegado casi a la punta, como podéis ver esta ciudad es muy pequeña, o al menos el casco antiguo y todo lo importante que ver está concentrado en una pequeña zona.
Casa Romanesque
Ya no teníamos más tiempo para acercarnos a la zona de las murallas, según he leído, es un muelle agradable y poco concurrido, discurre paralelo a las murallas y rodea la ciudad por detrás de la basílica de Eufrasio. Ofrece bellas vistas del mar y un silencio relajante, aquellos que tengáis tiempo no os lo perdáis.
Volvimos por el paseo marítimo pasando por la plaza Narodni o plaza Nacional y por la calle Alda Negrija, donde es chocante la mezcla de estilos de esta calle, edificios modernos con mucho colorido, otros lisos sin sin ningún encanto, entremezclados con alguno de la época medieval rehabilitado.
Panorámica del mar desde el paso marítimo
Plaza Narodni. Teatro
Plaza Narodni. Torre redonda, hoy día un bar
En uno de los veladores al sol, en la plaza de la Libertad, tomamos una cerveza (a 3,34€ c/u) para tomar fuerzas hasta la hora de la comida.
Recogimos el coche, 2h17’, 24 Kn (3,20€) y tomamos dirección al siguiente destino, el fiordo de Lim.
FIORDO DE LIM
Antes teníamos previsto pasar por la población de Vrsar, a casi 10 Kms. de Porec, pero este fue otro de los sitios que tuvimos que sacrificar por falta de tiempo, lo que no queríamos perdernos era el famoso fiordo croata en el Canal de Limski, pero casi nos lo pasamos, no estaba indicado y nos dimos cuenta de que había un mirador con las mejores vistas por los kioscos que allí había aprovechando la oleada de turistas principalmente en verano, pero en plena carretera con curvas y cuestas ya no podíamos parar y era tarde para retroceder, así que nos conformamos con verlo desde el coche, unas vistas preciosas pero sobre todo llamaba la atención el color verde del agua.
Intentamos acercarnos a él por un camino que había justo al llegar abajo y que desemboca en un restaurante llamado Fiordo, pero aunque la vista era preciosa, no tenía nada que ver con la que se veía desde arriba, abajo parecía un lago normal sin ningún encanto especial salvo el precioso color del agua en algunas zonas.
ROVINJ
Desde este punto hasta Rovinj, teníamos casi 30 kms., una media hora, pero la visita a la ciudad la haríamos por la tarde, después del almuerzo, nos fuimos directamente al restaurante donde habíamos hecho la reserva para comer.
El Restaurante Blu, se encuentra a unos 4 kms. pasando Rovinj (sin llegar a entrar en él, dejándolo a la izquierda), concretamente en la C/Val de Lesso núm. 9, en una zona entre bosques, pegado al mar.
No pudimos llegar hasta el propio restaurante con el coche porque estaba de obra el camino, supongo que preparándolo para el verano, pero fue un agradable y corto paseíto entre arboleda.
Se encuentra en una zona de mucha vegetación y el restaurante, una maravilla, preciosa decoración y mejores vistas. A la derecha había un salón casi lleno de público, nosotros que llegamos con horario español (reserva para las 14:30), creo que fuimos los últimos comensales, pero gracias a nuestra reserva previa nos acomodaron en un pequeño hueco, pero suficiente, más reservados, mesa de 6 para 4, delante de una ventana-mirador con fantásticas vistas al mar y a la ciudad de Rovinj, con su emblemática torre sobresaliendo.
Una de las cosas que nos había atraído ir a ese restaurante es el comer ostras, por el buen sabor de boca que nos habían dejado las que comimos en Ston en nuestro viaje anterior a Croacia.
Las ostras que aquí pedimos, no tenían nada que ver con la presentación de las de Ston, pero estaban igualmente exquisitas. El restaurante no es realmente barato, pero tampoco disparatado, el sitio y la ocasión lo merecía, esta sería “nuestra gran comida-homenaje” que nos damos en cada viaje.
Pedimos 24 ostras, 4 platos de pescados diferentes, 4 cervezas, una botella de vino blanco, 4 postres, 4 limonchelos, que después nos invitaron a otro más y un trozo de bizcocho, gran detalle a pesar de la hora que era que nos habíamos quedado los últimos y estarían deseando cerrar. Todo ello nos costó 1384 Kn, es decir, 184,80€ (a 46,20€ por persona).
Aparte de la comida y como ya he dicho antes las vistas, nos encantó la amabilidad del personal y el detalle del cuarto de baño, con una bonita música y crema para las manos.
Restaurante Blu en Rovinj
Vistas de Rovinj desde el Restaurante Blu
Bastante contentos y satisfechos de la comida y el lugar, nos fuimos para Rovinj, menos mal que estaba sólo a 4 kms.y después de aparcar, visitaríamos la ciudad por lo que tardaríamos en coger el coche de nuevo, así daría tiempo de que se nos pasara el alcohol que habíamos ingerido, aunque nuestro conductor se encontraba bastante bien, evidentemente no era responsable conducir en esas condiciones.
Aparcamos en un aparcamiento de monedas, zona azul, 8 Kn (poco más de 1€), 1h 45’. Fuimos caminando por el puerto hasta llegar a la Plaza Marsala Tita, donde se encuentra la torre del reloj y la fuente que os muestro a continuación.
Rovinj. Plaza Marsala Tita. Torre del Reloj y fuente
No encontramos ninguna oficina de turismo a la vista, y dada la hora que era, sobre las 17:30, no quisimos arriesgarnos a buscarla porque probablemente ya estuviera cerrada y más en esta época del año, como nos ocurrió en Porec. Así que decidimos una vez más descubrir la ciudad por nosotros mismos.
Como siempre que no llevamos plano, la intuición nos dice que tenemos que coger el camino tomando como referencia la Torre de la Iglesia, siempre suelen estar en el casco antiguo y visibles casi desde cualquier parte, pero en esta ocasión mucho más al estar toda la “old town” en alto.
Es una gozada pasear por el casco antiguo, con su mezcla extraordinaria de monumentos de tiempos pasados. Las altas y estrechas casas se apoyan la una contra la otra, y en sus ventanas, fachadas y balcones verá las huellas del Barroco, del Neoclasicismo, del Renacimiento y de la Edad Media, siendo en estos dos últimos periodos históricos en los que se desarrollaron las fortificaciones de la ciudad con la construcción de las murallas, conservadas parcialmente.
De las siete puertas de la ciudad, tres conservan su aspecto original: San Benedicto (Vrata Sv. Benedikta), la Puerta del Muro (Vrata pod Zidom), y la Puerta de la Santa Cruz (Vrata Sv. Križa), mientras que las demás cambiaron su aspecto con el paso del tiempo. Tras pasar por la Puerta de la Antigua Pescadería () encontrará el Ayuntamiento,
Entramos en la ciudad vieja por el hermoso Arco Balbi o antigua puerta de la pescadería (Vrata stare ribarnice). La parte superior del arco está decorado con el escudo de armas de la familia dos Balbi, existe una placa de piedra con una inscripción encima de él de una figura del león veneciano.
Nada más pasar el arco, a la izquierda, se encuentra el Ayuntamiento construido en el siglo XIV y transformado con el paso de los años.
La vieja ciudad está casi totalmente construida sobre una isla rocosa, unida a la costa en 1763.
Entre serpenteantes calles adoquinadas llenas de casa renacentistas, nos topamos con la primera vista de la torre campanario de la catedral de Santa Eufemia.
Calles y rincones de Rovinj
Panorámicas del puerto, la ciudad, el mar y las islas desde la Plaza de Santa Eufemia
La catedral de Santa Eufemia domina la urbe desde sus 57 m de altura, y está considerado el edificio barroco más grande de Istria. Fue construida cuando Rovinj servía de baluarte para la flota veneciana. Los restos de Santa Eufemia se trasladaron desde Constantinopla en el año 800 d.C., quinientos años después de que fuera martirizada; cada 16 de septiembre los devotos se reúnen alrededor de su tumba.
Catedral de Santa Eufemia
Más vistas rodeando la catedral y bajando de nuevo hacia el puerto
Rovinj es el lugar más visitado de toda la costa istriana-croata, es de las visitas obligadas si recorres esta zona, lástima que a nosotros, en nuestra ruta, nos cayera o el penúltimo lugar para visitar del día, bueno podía ser el último porque no nos preocupaba llegar tarde a Pula y verla a la mañana siguiente , como de hecho fue así, pero ya a estas horas de la tarde, después del día tan intenso que llevábamos, sólo nos apetecía sentarnos en una cafetería del puerto (Río Bar Café) a tomarnos un capuchino (a 1,34€ cada uno) disfrutando de la puesta de sol que veis a continuación.
Nuestra visita a Rovinj como habéis visto, se limitó al puerto, la plaza Marsala Tita y la old town, realmente no se si eso es lo único y más importante para ver o había más cosas y nos las perdimos, pero cuando ya estás cansado, no se disfruta igual de los lugares que los que se ven en las primeras horas de la mañana, por muy bonitos que sean, al menos a mi me pasa, además me influye mucho la luz, teniendo en cuenta que aquí anochece mucho antes, por eso nos gusta madrugar mucho para disfrutar de la luz del día.
Como ya comenté en el capítulo anterior, no es nuestra intención verlo absolutamente todo, no me preocupa si algo se me queda sin ver, le doy el mismo o más valor al disfrutar de una buena comida, una buena cerveza o buen café disfrutando del entorno y la compañía o simplemente observando a la gente del lugar o turistas como nosotros y lo más importante, DESCONECTAR de la rutina y del trabajo diario sin preocupaciones ni horarios, llevándote al menos una idea general del sitio que visitas porque ¿quién se conoce su ciudad al dedillo, toda, toda completa, puede que haya alguna gente así, por supuesto, pero eso no es obra de un día ni dos, sino el producto de estar viviendo en una ciudad durante al menos un periodo prolongado.
Vista de Rovinj desde una cafetería del puerto y puesta de sol desde el mismo lugar
Después de ese merecido descanso, fuimos a recoger el coche y emprendimos el tramo final del día, hacia Pula, 35 Kms. 40’
PULA
Serían algo más de las 20:00 horas cuando llegamos a Pula, el hotel lo teníamos en pleno centro, camino hacia él nos topamos con esta preciosa estampa del anfiteatro, como no, siempre digo que los grandes monumentos hay que verlos dos veces, de día y con la iluminación nocturna, pues teníamos una ocasión de oro para fotografiarlo, ya que si esperábamos volver cuando dejáramos las maletas en el hotel, estaría demasiado oscuro y algunas de nuestras cámaras no lo captarían igual. Volveríamos al día siguiente de nuevo, en el capítulo próximo explicaré más cosas.
A esas horas, de un jueves del mes de abril, sin turistas y casi sin apenas lugareños, aparcamos prácticamente enfrente, después de echarle el primer vistazo por fuera y fotografiarlos nos dirigimos a la C/. Epulonova, 3, donde se encontraba el Hotel Galija.
Anfiteatro al anochecer
Llegamos al hotel Galija, en pleno centro, menos mal que de las pocas cosas buenas que tenía, era aparcamiento gratis y eso, dada la situación, era de agradecer. Es el peor hotel de todos los que estuvimos a lo largo de todo el viaje, a ver, no es que estuviera mal, pero tenía una decoración un poco retro, la moqueta estampada muy oscura, no tenía ascensor….
Al hacer la entrada nos encontramos un problema y es que una de las habitaciones, a pesar de haber solicitado previamente que tuviera dos camas individuales, la habían reservado con cama de matrimonio. Después de todo, la chica fue muy amable y nos entregó una triple como compensación a pesar de no haber sido suyo el error si no de booking.
Salimos a dar una vuelta por los alrededores del hotel, nos sentamos en el café bar Televizija en la C/. Flanaticka, 6 a tomar unas cervezas, bastante bien de precio, las de 0,25 cl a 8 Kn y las de 0,50 cl a 15 kn. Después nos fuimos al hotel a tomarnos nuestra cena en la habitación con las provisiones que llevábamos y a descansar que ya estábamos agotados.
1 comentario:
Haremos el mismo recorrido pero a la inversa, gracias por la información y preciosas fotos!
Publicar un comentario