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Día 5º) Miércoles 04/09/2013
FRIBURGO – TODTNAU – LAGO SCHLUCHSEE – TRIBERG / SCHONACH - ROTTWEIL / RIELASINGEN
Kms. del día aproximadamente: 233 – 4h de conducción
El desayuno en el Hotel de Friburgo, no era muy completo, faltaban algunos alimentos calientes, frutas y bollería, pero tomamos de lo que había y a las 08:15 nos pusimos en marcha.
Ya nos encontrábamos en plena Selva Negra (Schwarzwald), por lo que hoy auguraba ser un día de ver mucha naturaleza y bonitos paisajes y el tiempo se había puesto de nuestro lado, el día era precioso totalmente despejado con lo cual el sol realzaba más aún las diferentes tonalidades de verde que había en los valles y montañas de la selva negra.
TODTNAU
Pues con estos bonitos paisajes cruzamos de Friburgo a Todtnau, 32 kms. de distancia, unos 42’.
Fuimos a Todtnau porque es un pueblo que me habían recomendado por encontrarse ahí el Centro de Visitantes de la Selva Negra y que partiendo de allí o en las inmediaciones se pueden realizar muchas actividades.
En el centro de visitantes nos dieron planos y nos recomendaron hacer rutas de senderismo, visitar las cataratas, subir en teleférico a la montaña Feldelberg, así como otra atracción llamada Hasenhorn Coaster.
Hasenhorn Coaster es una especie de tobogán o montaña rusa donde subes en un telesilla para luego descender de forma rápida pero controlada por ti tanto el freno como la aceleración. Eso es lo que me contaron unos amigos que habían estado el año pasado y que se montaron, me dijeron que fue muy divertido y que vieron paisajes muy bonitos.
De todas estas cosas sólo hicimos la visita a la cascada, que estaba cerca, aunque tuvimos que volver porque nos la habíamos dejado atrás viniendo de Friburgo, así como la distancia caminando desde el aparcamiento hasta la cascada.
Nuestro viaje no era un viaje de aventuras, si hubiéramos ido un grupo de amigos, como en otras ocasiones nos lo hubiéramos planteado de otra manera, pero al ir los dos solos y llevar un tour tan grande, no me planteé planificar tiempo para rutas de senderismo que aunque a mi marido no le gustan a mi me encantan, o subidas en teleférico para ver paisajes increíbles, en ese tipo de actividades se “pierde” mucho tiempo y en un viaje tan concentrado como el nuestro con hoteles reservados, te obligan a llegar a un destino a dormir.
Desde aquí os sugiero que si queréis perderos en la naturaleza y realizar muchas actividades deportivas, si no tenéis mucho tiempo, concentrad el viaje sólo en esta zona y dejar el resto de las ciudades del sur de Alemania para otra ocasión.
Ya que estábamos en el centro de visitantes, al lado de Todnau, nos acercamos a verlo, el pueblo en sí, era pequeñito, no tenía gran cosa salvo una iglesia, al final de la calle Friedrichstrasse, Iglesia de San Juan Bautista, que resaltaba su blanco y gris de la fachada entre el verde la montaña trasera.
Iglesia de St. Joahnnes der Täufer
Friedrichstrasse
Tomamos el coche de nuevo, retrocedimos 2,6 kms. para llegar a la cascada de Todtnau que nos habíamos dejado atrás, aparcamos y caminamos campo a través hasta la misma, aunque estaba bastante cerca de la carretera, a unos 500 mts. 6’ como bien indica el cartel de la entrada.
Aquí hago un inciso para comentar que cuando íbamos hacia la cascada, nos encontramos a un par de policías poniendo un radar móvil en un trípode para pillar a quien llevara exceso de velocidad al volver una curva, ya que allí estaba limitado creo que a 40 por pasar por una zona urbana. Suerte que lo vimos cuando lo estaban montando, así que a la vuelta fuimos con especial cuidado y no nos pillaron pero fue el único radar que vimos en todo el viaje después de hacer casi 2500 kms.
La Hangloch Wasserfall o Cascada de Todtnau es la más alta de Alemania y mide 97 m. de altura, el camino hasta la llegada es bonito con una densa vegetación.
Hangloch Wasserfall. Cascada de Todtnau
Paisajes de la Selva Negra en los Alrededores de Todtnau
Cabras en la Selva Negra
Nuestro siguiente destino fue El Lago Schluchsee que es el más grande de la Selva Negra. Ofrece un sinfín de opciones para realizar tanto fuera como dentro del agua, como por ejemplo navegar, pescar, nadar, practicar surf, remo, entre otras, aunque nuestro objetivo fuera únicamente disfrutar del entorno y sus paisajes.
Llegamos hasta allí en una media hora, a 27 kms. tras atravesar la montaña Feldberg, primero nos dirigimos al pueblo que estaba frente al lago pero allí no nos bajamos del coche, aparcamos en un parking P+R que hay junto a la estación de tren.
Aunque es un lago muy turístico, no había mucha gente, no se si por ser un miércoles y entrado el mes de septiembre que ya habría pasado un poco el boom del verano. Entre las actividades había una zona de alquiler de barquitas de pedales, aquapark para niños y un juego de ajedrez gigante.
LAGO SCHLUCHSEE
Germanas paseando sus perros-bebes en carritos por el Lago Schluchsee
Esta foto os la pongo porque me llamó mucho la atención y las señoras amablemente posaron para mi. Cuantas madres están deseando que crezcan sus bebes para dejar de empujar carritos. Pues amigos, en Alemania, no paran nunca, cuando les crecen los niños, empiezan con los perros. Hay que ser gil.... para comprar un carrito para el perro y pasearlo en él y no crean que eran carritos de bebes adaptados a perros, no, no eran especialmente fabricados para sus cachorros
Recogimos el coche de nuevo y nos fuimos para el Lago Titisee, pero lo vimos desde la carretera en lo alto, aunque llegamos casi a la entrada decidimos no entrar, pues aquí si había muchísimos coches y era más complicado aparcar, era incluso más turístico que el lago Schluchsee a pesar de ser más pequeño.
La carretera era de un sólo carril, pero el asfalto estaba en buenas condiciones y bien señalizadas, las curvas no eran demasiado pronunciadas lo que hacía que pudiéramos disfrutar de los paisajes que eran maravillosos.
59 kms. 1h 07’hasta Triberg. Aparcamos en un parking justo al lado de la oficina de turismo, entramos donde nos dieron un plano, dimos una vuelta por el pueblo, donde todas las tiendas de suvenires estaban adornadas como si fueran relojes de cuco, después nos fuimos a ver las cascadas.
TRIBERG
Fachadas de las tiendas de Triberg, adornadas con el artículo estrella de la zona, el reloj de cuco.
Calles de Triberg
Las cascadas pueden visitarse durante todo el año en un paseo desde el propio pueblo, aunque hay al menos otra entrada desde una de las carreteras que llegan a Triberg. En cualquier caso habrá que pagar un ticket de 3,50€ para acceder a la zona. La caída de la cascada no es vertical, así que no hay que esperar ver un salto espectacular. Se trata en realidad de una bajada en 7 tramos diferentes con saltos más o menos suaves. No obstante, la estampa es muy bella y el paseo en paralelo a las aguas del río Gutach es totalmente recomendable.
Entrada a las cataratas de Triberg
Cataratas de Triberg
Sacamos nuestros tickets y entramos, aunque según el folleto hay tres rutas de senderismo, la duración estimada de cada una de ellas es de 3/4 hora, 1 hora y 1,5 horas de duración, nosotros hicimos la más corta, hasta las cataratas. Si solo vas a ver éstas como nosotros, el precio es un poco caro pues están cerca de la entrada del pueblo, entre ir, verlas, fotografiarnos y volver invertiríamos aproximadamente 1/2 hora.
Compramos unas bebidas en un quiosco junto a las cataratas y fuimos al Parking a recoger el coche, 3 €. Tomamos dirección Schonach, para visitar uno de los relojes de cuco más grandes del mundo, pero antes decidimos parar en un parque a tomarnos nuestro lunch, con las bebidas que habíamos comprado y nuestros víveres del Lid. El día estaba precioso con un sol radiante y nos sentó muy bien el descanso comiendo junto a un lago a la sombrita de los árboles en un entorno muy bonito echándole de comer a los patos.
Parque en Schonach
En a oficina de turismo nos indicaron que en los pueblos de alrededor, tenían dos de los relojes de cuco más grandes del mundo, eran
1.- Weltbrosste kickuckushr Eble-Uhrenpark (El mayor)
Dirección: Eble-Uhrenpark, Schonachbach 27 Triberg
Abierto todos los días de 9:00 a 17:00 ininterrumpidamente
2.- Erste Weltgrösste Kuckucksuhr (el segundo)
Dirección: Erste Original. Schwarzwälder Kuckucksuhr. Untertalstr 28 Schonach
Abierto todos los días de 09:00 a 12:00 y de 13:00 A 18:00
Precio: 1,20€
Como no nos enteramos muy bien cual era más grande de los dos o cual estaba más cerca, optamos por el que nos pareció más bonito por fuera y habíamos tomado dirección Schonach, fue este ultimo el que visitamos. Es curioso verte dentro de un gigantesco reloj de cuco. La chica nos explicó (en inglés) un poco la historia de cuando lo hizo su padre.
Realmente era el primer reloj de cuco más grande del mundo, hasta que fue sustituido por el anterior.
Construido por el relojero Josef Dold y su familia, tardaron más de dos años . Tiene una escala de 1:50, tanto la caja del reloj como el cuco son de madera y tiene un longitud de 3,60 m, una altura de 3,10 m y una profundidad de 1 metro.
Schonach. Segundo reloj de cuco más grande del mundo
Interior del reloj de cuco
De allí nos fuimos para Rottweil a 42 kms. (51’)
ROTTWEIL
Población situada a orillas del río Neckar, como la ciudad más antigua de Baden-Wüttemberg y antigua Ciudad imperial, ofrece muchos lugares de interés históricos y artísticos, entre ellos se encuentran:
- El Antiguo Ayuntamiento (Altes Rathaus)
- Catedral de la Santa Cruz (Heilig-Kreuz-Münster
- Portalón Negro (Schwarzes Tor
- Torre alta (Hochturm)
- Capilla de la Torre Alta (Hochturmkapelle
- El Rincón Bonito (Hübscher Winkel)
- Museo Municipal (Stadtmuseum)
- Fuente del Mercado (Marktbrunnen)
- Iglesia Santuario – Torre del Santuario (Kapellenkirche)
- La Fuente de San Jorge
- Museo de Muñecas y Juguetes
- Foro de Arte
- Fuente de San Cristobal
- Iglesia de los Dominicos
- Nuevo Ayuntamiento …
Rottweil me pareció un pueblo precioso, bonito de verdad, más tarde veríamos otros que más o menos lo igualarían pero este fue el primero tan “bávaro o austriaco” que vimos. Las casas decoradas cada una de un color, muchas de ellas con pinturas en sus fachadas y los balcones también muy adornados.
Aparcamos y nos dirigimos a la oficina de turismo donde un chico muy amable nos entregó un plano en español
La Calle Hauptstrasse y algunas de sus preciosas fachadas en Rottweil
Apostelbrunnen (Fuente de los apóstoles)
Schwarzes Tor (Portalón negro)
Hubcher winkel (el rincón bonito)
Hoch Turm (Torre alta) y Kapellenkirche (Iglesia Santuario. Torre)
Marckbrunnen (Fuente del Mercado)
Calle Friedrichplatz
Detalles de fachadas en Friedrichplatz
Heilig Creuz (Catedral de la Santa Cruz) y Flores en Rottweil
Curiosos los anuncios de herrería o rótulos cincelados de artística fundición que tienen los comercios en las puertas con motivos de sus artículos o su nombre comercial, eso lo había visto en Insbruck (Austria) y hasta esa mañana en Friburgo no lo había vuelto a ver, pero aquí había bastantes, por lo que se ve es algo muy típico de esta zona.
Desde 1560 su uso fue obligatorio para las posadas. Aparte de ser indicativos de hospitalidad, son cada vez más los comerciantes y artesanos que con ellos llaman la atención acerca de sus actividades
Aquí pongo una pequeña muestra de los muchos que había
Carteles publicitarios
Había oído hablar de que no muy lejos de allí se encontraba el nacimiento del Danubio, concretamente en Donaueschingen y nos cogía casi de paso hacia el pueblo donde dormiríamos aquella noche, así que decidimos desviarnos un poco y entrar a verlo.
Pero el GPS se confundió y una distancia de 20 kms. que era lo que nos separaba de Donaueschingen se convirtieron en más de 60, nos metió por una autopista y mientras dimos la vuelta y demás nos hizo perder mucho tiempo.
Entre esto y la poca información que llevábamos hizo enfadarme un poquito. La verdad es que como fue un poco improvisado, no sabíamos realmente en que sitio del pueblo estaba o si era en las afueras, la oficina de turismo probablemente estuviera ya cerrada dada la hora que era.
No había visto ninguna foto antes, ni venía en la guía que llevábamos, ningún cartel que entendiéramos, ni nadie cercano para preguntar, así que después de dar unas cuantas vueltas por el pueblo y no encontrarlo, nos marchamos, que ya estábamos un poco cansados y teníamos ganas de llegar al hotel.
Seguramente los astros no estaban ese día para que nosotros viéramos donde nace el Danubio, con la ilusión que me hacía, pero probablemente no merecía la pena como ocurre en los nacimientos de otros ríos que he visto, es más por la parte romántica.
Pero lo que vimos del pueblo, que fue casi todo menos la zona peatonal, nos pareció bastante bonito, así que si estáis por el área no os vengáis sin verlo.
Por fin llegamos a Rielasingen, pueblo cercano a la frontera suiza donde habíamos reservado la habitación para pasar esa noche y al día siguiente estar cerca de las Cataratas del Rin.
El Hotel Krono, muy bonito por fuera, siguiendo la línea de las casas de Rottweil, muy decorado el exterior, pero bastante viejo, anticuado y rococó, por dentro, moqueta de flores y muebles de hace como poco 50 años.
Nos dieron la habitación de la primera planta que daba a la terraza del restaurante, que por cierto este estaba lleno a rebosar, así que por ese motivo la habitación era bastante ruidosa hasta que terminó la hora de la cena.
Nos bajamos a comer al propio restaurante del hotel, nos atendió una chica que hablaba muy bien español por haber trabajado 10 años en España.
Cenamos, por recomendación o sugerencia de esta chica, un plato de pasta fresca hecha por ellos con nata y queso con una ensalada gigantesca y 3 copitas de vino blanco de la tierra, fueron 26,80€ sobró bastante comida pues esa pasta, que no recuerdo el nombre pero algo típico de la zona según nos dijo ella, resultó ser muy pesada para la noche.
Con esto dimos por terminado el día y nos fuimos a descansar.
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