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Día 4º – Sábado 30/04/2011
Itinerario: SCIACCA-SELINUNTE-CIUDAD DE ERACLEA MINOA-PLAYA ESCALERA DE LOS TURCOS-AGRIGENTO
De Sciacca a Selinunte = 42,5 kms. 54’
De Selinunte al Sitio arqueológico de Eraclea Minoa = 71 kms. 1h 31’
De Eraclea Minoa a Playa Scala dei Turchi = 26,5 kms. 29’
De Scala dei Turchi a Agrigento = 13,3 kms. 21’
Total kmts. recorridos del día = 153 kmts. 3 h 16’
Sciacca
Amanecimos en el B&B de Sciacca y bajamos a desayunar al pequeño comedor-cocina-recepción que posee el establecimiento, el buffet era pequeñito acorde con el sitio, no había gran variedad de cosas porque faltaban fritos, chacinas, etc. tampoco había tostadora, sí encontramos bastantes dulces, yogures y panes con mantequilla, pero bueno, no estaba mal teniendo en cuenta la capacidad del hotel.
Antes de salir de la habitación no nos habíamos dado cuenta del tiempo y aunque en ese momento ya caían cuatro gotas, había estado lloviendo por la noche con lo cual me tuve que cambiar de ropa, nos fastidió un poco porque las visitas previstas para hoy eran de recintos arqueológicos y se suponía que el suelo estaría embarrado.
Antes de recoger el coche, al lado de donde lo teníamos aparcado había un paseo con una bonitas vistas del puerto y la parte baja da Sciacca que aprovechamos para hacernos unas fotos y que nos quedara al menos algún recuerdo de este lugar.
Selinunte
Cuando llegamos a Selinunte, esta vez sin perdernos y por una autovía bastante buena, ya había dejado de llover pero hacía un viento tremendo, yo diría que casi huracanado, nos costaba trabajo caminar, pero al sacar la entrada (6€) nos llevamos la grata sorpresa de que había unos pequeños trenecitos eléctricos opcionales, creo que costaban 2€ no estoy segura, que te llevaban a los templos, allí podías permanecer el tiempo que quisieras y a la hora acordada te recogían y te llevaban al siguiente. Dado el día tan desagradable que hacía no lo dudamos ni un momento y tomamos uno de esos trenecitos.
En el centro del parque arqueológico más grande del Mediterráneo, Selinunte cuenta con las ruinas de colosales templos griegos.Fue fundada en el año 650 o 627 a.C. en un promontorio sobre el mar, comprendido entre dos ríos, cuyo estuario era entonces navegable.En el área arqueológica se encuentran los restos de tres grandes templos dóricos que se nominan con letras ante la imposibilidad de catalogar con exactitud a la divinidad a la que honraban:
El templo G, dedicado a Zeus, actualmente está completamente en ruinas. Fue uno de los más grandes templos de la antigüedad: 113 x 54 metros con columnas altas 16 metros. La construcción nunca fue terminada y el material fue extraído de la Cueva de Cusa que está a 9 km. de Selinunte El templo F, dedicado a Atenea, es más pequeño que el precedente -de fines del siglo VI a.C.- y ahora está completamente destruido. El Templo E, dedicado a Hera, es el más sugestivo gracias a la reconstrucción que los arqueólogos realizaron en los años 50. Más allá de la colina oriental se extiende el área de la Acrópolis, donde han sido encontrados los restos de cinco templos dóricos. Alrededor de la Acrópolis, se han encontrado las fortificaciones en bloques escuadrados (de los siglos VI y V). Al norte y al oeste de la Acrópolis se encuentran dos grandes Necrópolis, aún hoy en fase de excavación, en las que se encuentran decenas de tumbas excavadas en la toba y sarcófagos de terracota.
El recorrido comenzó por la región oriental de la colina (línea verde del plano), pasando por los templos E Y F, dejándonos nuestro vehículo en el templo G, allí permanecimos como 15 minutos recreándonos en el mismo, son las fotos que pongo a continuación.
A la hora acordada, nos recogió nuestro trenecito para llevarnos a lo más alto, a la zona de la Acrópolis (línea azul del plano), allí soplaba el viento con mucha más fuerza, y aunque un poco incómodos por su causa, seguimos recreándonos no sólo con los restos arqueológicos que allí se encontraban sino también con las maravillosas vistas del mar y el entorno.
En media hora aproximadamente nos volvió a recoger el cochecito. Nos quedó por ver Malophoros (flecha amarilla), no se si por el día tan desagradable que hacía y mucha gente había optado por hacer lo mismo que nosotros o bien que el conductor pensó que lo habíamos hecho caminando que con esto dio por terminado nuestro recorrido y nos llevó directamente a los aparcamientos, no nos dimos cuenta hasta después de encontrarnos fuera del recinto pero habíamos visto lo más importante.
El conductor nos aconsejó que la Ciudad de Eraclea Minoa estaba muy cerca y era interesante verla, como nos cogía de paso de camino a Agrigento, decidimos ir.
Ciudad de Eraclea Minoa
Situado al inicio de Cabo Blanco, los restos de la ciudad griega de Heraclea Minoa ocupan un lugar magnífico en el borde de una colina solitaria con vistas al mar.
A sus pies, la costa se abre en la playa larga y blanca de Capo Bianco, coronada por un hermoso bosque de pinos. Pagamos la entrada (4€) y la vistamos aunque, después de venir de Segesta y Selinunte nos pareció un poco decepcionante y cara para lo que allí había, incluso protestamos, merecía mucho más la pena todo el entorno que por falta de tiempo para no llegar muy tarde a Agrigento, el plato fuerte del día, no nos paramos a visitar la hermosa playa blanca del mismo nombre, Eraclea Minoa conocida como Capo Bianco.
Playa Scala dei Turchi
Al salir de la ciudad greco-romana y a unos 30 kms. por la costa en dirección a Agrigento, hicimos una parada a petición mía, pues tenía mucho interés en ver la famosa playa “Escalera de los turcos” ya que había visto fotografías por Internet y me parecían impresionantes.
Este extraordinario cúmulo de marga (mezcla de arcilla y caliza) blanca y lisa que baja suavemente hacia el mar se transforma en verano en una inmensa alfombra ideal para tomar el sol.
La “escalera de los Turcos” describe estrechas y enrevesadas curvas que ponen de manifiesto la acción del agua y el viento. El sobrenombre de este acantilado proviene de la creencia popular según la cual los piratas sarracenos escalaron estas rocas tras dejar sus barcos en las calitas de los alrededores.
El día, al estar nublado y para más inri, marea alta, no fue el más propicio para ver esta maravilla de la naturaleza, ya que desde arriba, desde la carretera donde dejamos el coche, no se veía nada y después de bajar las inmensas escalinatas hasta la playa, como dije, estaba la marea alta y sólo Juanjo el más atrevido sorteando las olas y aprovechando cada vaivén pudo atravesar el tramo de arena para acceder a la montaña blanca de arcilla, aquí os pongo algunas de las fotos que pudo hacer desde allí. Al final me arrepentí por no mojarme los pies, me tuve que conformar con verla de lejos.
Ya de vuelta al coche como a mitad de las escaleras, había un restaurante. Pizzería LIDO SCALA DEI TURCHI, aprovechamos para comer unos fritos variados, calamares a la brasa, risoto de pistachos y ensalada caprichosa, con 4 cervezas y cafés, 62,70€
Nos fuimos para Agrigento, concretamente al recinto arqueológico, que está pasando Agrigento y es muy fácil llegar siguiendo las indicaciones, justo en la puerta de entrada había un aparcamiento y cuando fuimos a comprar los tickets, nos dijo el chico que “quitáramos la máquina” de allí (porque en Sicilia a los coches le llaman máquinas) que se la llevaba la grúa y nos indicó que más abajo pasando la curva de la carretera a la derecha se encontraban los aparcamientos del recinto y la otra entrada de acceso a la zona arqueológica, cuya salida se encontraba frente al lugar donde nos encontrábamos en ese momento, separada por la carretera, sacamos la entrada 10€ más 1€ por la exposición itinerante que se encontraba en esos momentos allí del escultor Igor Mitorag que más adelante describiré.
AGRIGENTO. VALLE DE LOS TEMPLOS
El Valle de los Templos es un conjunto arqueológico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998 y es uno de los principales destinos turísticos de la isla; comprende el parque arqueológico del Valle de los Templos y otros vestigios situados sobre la acrópolis y en diversos lugares de la ciudad.
Agrigento (Akragas en griego) se comenzó a construir a partir del año 580 a. C. en el territorio que se conoce como la Magna Grecia; todos los templos del valle fueron construidos con posterioridad a esta fecha.
El término Valle de los Templos es equívoco, dado que más que en un valle, las construcciones se asientan en una crestería en las montañas que rodeaban la ciudad por el sur.
Los siete templos son:
Heras, Concordia, Zeus Olímpico, Heracles, Hefesto, Asclepio y de los Dioscuros, aunque los mejores conservados son los de Heras y el de la Concordia.
Pasarela de madera a la entrada:
Templo de los Dioscuros
En este templo se honraba a Cástor y Pólux, del que sólo se conservan 4 columnas
Templo de Heracles
Cerca de la carretera, en la parte oriental del parque, y próximo a la entrada, junto a la puerta Aurea se halla el Templo de Heracles. Estaba dedicado a la veneración del héroe deificado Heracles o Hércules. Es el más antiguo de todos los situados cerca de la muralla meridional, realizándose hacia el año 500 a. C.
Santuario de las divinidades ctónicas
Barrio de viviendas
Templo de la Concordia
El Templo de la Concordia es uno de los mejor conservados de la Antigüedad griega. Es una de las más perfectas realizaciones de la arquitectura dórica. Posee 6 × 13 columnas y mide 16,92 × 39,44 m.
Recibe su nombre por una inscripción en latín encontrada cerca del templo, en la que figuraba la palabra latina «concordia».
Templo de Hera
El Templo de Hera, conocido como Templo de Juno Lacinia (el equivalente romano de esta diosa griega) es dórico períptero de 6 × 13 columnas, y mide 16,90 × 38,15 m. Conserva gran parte de las columnas originales, es el último de la serie, pues se encuentra en el extremo suroeste de la meseta.
El Entorno
Esculturas de Igor Mitoraj
La exposición "Los gigantes de la mitología" en el Valle de los Templos desde el 15 de abril hasta noviembre 2011. El área arqueológica se puebla de 18 instalaciones contemporáneas de bronce realizadas por el artista franco-polaco Igor Mitoraj. Se trata de obras de arte no acabadas, pero capaces de ofrecer emociones inesperadas, proyectando a los visitantes en el pasado más remoto, o bien en el futuro más futurístico.Los gigantes "diseminados" en el valle de los templos representan el trabajo del escultor desde el 1980 hasta hoy. Sin embargo Mitoraj presenta un cambio post moderno, a través de la realización de troncos humanos, enfatiza los daños padecidos por las esculturas clásicas. La exposición de Mitoraj, de adopción italiana, es la primera en su género, la más importante entre las exhibiciones del artista y también la más larga en el tiempo.
Como decía, tuvimos la gran suerte de encontrarnos en el Valle de los Templos estas gigantescas esculturas, que ubicadas estratégicamente entre los templos, realzaban aún más su belleza. Desconocía este escultor y eso que en 2007 las expuso en mi ciudad en la Plaza Nueva, no dudo que allí o en cualquier parte que las coloquen serán maravillosas pero desde luego creo que este es el lugar más idóneo, lástima para todos aquellos visitantes que vayan después de noviembre 2011 y no puedan contemplar la unión del valle de los templos con las esculturas de Mitorag. Disculpen si me extiendo en fotografías pero me encantan todas y no sabría cuales quitar.
Aquí un recuerdo de mi paso por el Valle de los Templos
Después de permanecer algo más de 3 horas en el recinto viéndolo tranquilamente, disfrutando también del entorno, al estar en alto se veía todo el valle verde así como a un lado en alto la ciudad de Agrigento y después de tomarnos un helado en el recinto nos fuimos de nuevo para el aparcamiento y nos dirigimos a nuestro hotel a unos 4’5 kms. de del Valle de los Templos y a unos 7’200 del centro de la ciudad de Agrigento.
El hotel en principio tranquilo, parece que no había ningún cliente más pues no había coches aparcados, pero tenía buena impresión, era un 4* con una decoración bonita, luminoso y todo muy limpio y nuevo, me gustó mucho.Como ese día era temprano, después de darnos una ducha nos fuimos para el centro de Agrigento, aparcamos cerca de la calle peatonal Vía Atenea, toda llena de comercios y gente paseando muy arreglada, mucha vida. Buscamos un restaurante que nos había recomendado el recepcionista del hotel llamado PER BACO di Valeria Lombardo en Vicolo lo Presti, 2.
Aunque la Via Atenea era bastante llana, todas las perpendiculares a derecha e izquierda estaban en pendiente cuyo acceso era a través de escaleritas, en una de ellas estaba el restaurante, era muy coquetón, tenía dos plantas y no parecía muy turístico, como era sábado estaba lleno de gente local. Allí comimos dos escalopines al vino de Marsala y dos rollos sicilianos de carne, con algún entrante, postres y licores, 90€.
Con esto dimos por terminado nuestro cuarto día en Sicilia y nos fuimos para el hotel.Ir a Página principal
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