26 sept 2024

UNA SEMANA EN BURGOS, VITORIA, PAÍS VASCO FRANCÉS Y SORIA - CAPÍTULO V - SARE-LA RHUNE (TREN CREMALLERA-SARE-CUEVAS DE ZUGARRAMURDI (NAVARRA)-ESPELETTE-AINHOA-SARE

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CAPÍTULO V - SARE-LA RHUNE (TREN CREMALLERA-SARE-CUEVAS DE ZUGARRAMURDI (NAVARRA)-ESPELETTE-AINHOA-SARE

Miércoles 18/09/2024

Hoy, viendo que el día estaba despejado, no había lluvias previstas, aprovechamos para hacer la excursión del tren cremallera de Larrun. Pensábamos que esta fecha no era temporada alta y yendo temprano tendríamos entradas para cualquier hora del día, aunque preferíamos la primera y no queríamos sacarlas con antelación porque no admitían cambios ni devoluciones, y la verdad es que es un poquito cara para perder el dinero por no poder subir por lluvias y no disfrutar de las vistas.

Ruta en coche del día: 43,7 kms. 1,15h de conducción


SARE

Nos fuimos a desayunar al mismo sitio que el día anterior, a la cafetería del supermercado SPAR y estas eran las vistas que teníamos desde el parking del mismo.


Distancia desde el hotel a la estación del tren cremallera: 4,2 kms. 9'

LA RHUNE

Cuando llegamos, a pesar de ser temprano, sobre las 09:10 ya había una cola bastante larga para sacar los billetes.

Precio: 24€ Nos tocó el tren 2-Puerta 6-9. Está muy bien organizado en la estación para que mientras llega el tren, te ubiques a esperarlo a la altura del vagón o puerta que te corresponde.

Un billete es válido para una excursión completa, por lo tanto también para el viaje de regreso con horarios definidos.

ABIERTO TODOS LOS DÍAS DEL 30 DE MARZO AL 3 DE NOVIEMBRE DE 2024

Duración de la excursión 2h30 (incluido tiempo de subida y bajada) 

Salida cada 40 minutos

Se trata de un tren cremallera que asciende desde los 170 m. a los que está Col Saint-Ignace hasta los 905 m. de la cima de Larrún. 

Junto a la estación hay un aparcamiento, no excesivamente grande pero nosotros no tuvimos ningún problema por ser primera hora y temporada no alta.

El mismo tren/vagón que se coge a la ida es el asignado para la vuelta. Se veía gente que subía andando hasta la cima, hay que tener buena forma, pero para la bajada en tren se arriesgan a que no queden asientos libres, porque suele estar completo con las ida y vuelta.

Horarios: Pongo el enlace de la página web porque depende de la época del año empiezan o terminan mas temprano o más tarde

Nosotros teníamos a las 09:30 de subida y a las 11:30 de bajada.

  





  








Estupendo!!! Llegamos a la cima tras el paseíto de 35' así que teníamos una hora y media aproximadamente para disfrutar de las vistas.

Hacía un poco de fresco, pero bastante llevadero, para nosotros del sur, una alegría, lo importante es que estaba el día claro y con el sol fuera. Las vistas eran espectaculares.




En la cima hay tres restaurantes donde en todos puedes tomar sándwiches, tapas frías y calientes, y una tienda de recuerdos. Nosotros tomamos un cafelito.


Este obelisco se levantó para conmemorar el evento de que en 1859 ascendió la Emperatriz Eugenia de Montijo a la cima.


Aquí mi postura con brazos y piernas abiertas significa que mi parte derecha esta pisando territorio español y mi parte izquierda, territorio francés.




Entre la fauna que nos podemos encontrar allí está el Pottok (pronunciado potiok), que significa "pequeño caballo", es una raza de pony rústico, de no más de 1,32 m, emblemática del macizo de Rhune, que vive principalmente en el oeste del País Vasco francés.

Además de estos animales se pueden ver las manech, que son una especie de ovejas y el buitre.




















  






Y ya de nuevo en la estación para tomar el tren de regreso, pensé que se me haría largo el tiempo allí arriba porque no habría mucho que ver, pero realmente se me hizo corto, lástima que el horario sea cerrado.


Y más fotos de la bajada.....








    




Una vez que bajamos de Larrún, como estábamos tan cerca de Sare, el pueblo donde nos alojamos y que aun no lo habíamos visto de día con todo su ambiente ni su iglesia abierta, decidimos acercarnos.

SARE

Junto a nuestro hotel, en pleno centro del pueblo esta la Iglesia de San Martín (Église Saint-Martin): Una iglesia del siglo XVI con impresionantes galerías de madera.

Sara, ciudad cercana a la frontera con España convertía a esta en objetivo militar por lo que la iglesia hacía la función de fortaleza y fue transformada en un imponente baluarte donde se podían refugiar los vecinos.


El campanario cuenta con una curiosa inscripción en euskera: "Oren guziec dute gizona kolpatzen azkenekoak du hobirat egortzen" Es decir: "Todas las horas golpean al hombre, la última lo manda a la tumba".


Adosado a la iglesia y en el mismo recinto cerrado, se encuentra el cementerio viejo, con múltiples estelas discoidales, que son elementos funerarios típicos de la región vasca, y su uso en los cementerios tiene una historia y simbolismo muy particular.



Una de las peculiaridades de las iglesias vasco- francesas y que ya hemos visto en varias de otras ciudades de esta zona, son las galerías donde las mujeres seguían la misa mientras que los hombres lo hacían desde la planta baja. Este sistema fue ideado por el obispo de Bayona en el siglo XVI para dar cabida al aumento de los feligreses.






      

Al ir por la mañana pudimos ver el puestecillo del famoso pastel vasco. Se llama Le Gateau Basque. Es un postre muy popular actualmente. Se presenta en forma de tarta de base circular, de hecho es tan famoso en Sare que cuenta con un Museo dedicado a este pastel. Pueden estar rellenos de mermeladas o crema pastelera.

  



Tampoco teníamos mucho más que ver en Sare. Algunas bonitas casonas que ya habíamos visto desde el coche en los dos días que llevábamos allí, así que cogimos el vehículo rumbo a nuestro siguiente destino Zugarramurdi, para ello teníamos que pasar a la parte española ya que este pueblo y sus famosas cuevas se encuentran en la provincia de Navarra.

Como eran ya pasadas las 13:00 y en Francia se come más temprano que en Andalucía buscamos un restaurante que fue todo un acierto Azqueta situado en Beitikokarrika, s/n. de Zugarramurdi.

Tomamos 4 menús a 25€ cada uno más dos cafés y 3 Cervezas extras, en total 110,50€. La comida estaba deliciosa, bueno acabo de decir una tontería, ¿es que se come mal en algún sitio del país vasco?


Teníamos el coche aparcado en una explanada grande que hay frente al restaurante y como no se podía llegar con él hasta las Cuevas de Zugarraurdi que nuestro objetivo en ese pueblo, lo dejamos allí y fuimos caminando a las cuevas, unos 500 mts.

Precio de la entrada 6€

Horario: El día que nosotros fuimos estaba abierto de 10:00 a 19:00, cambia según los días y la época del año. Aseguraos de mirar en la pagina web el horario o si es temporada alta, comprar previamente las entradas por Internet.

Las Cuevas de Zugarramurdi, también conocidas como las Cuevas de las Brujas, son un conjunto de cuevas prehistóricas situadas cerca del municipio de Zugarramurdi, en el norte de Navarra.

Estas cuevas son famosas por su asociación con los ritos y celebraciones de brujería que tuvieron lugar en el siglo XVII.

Un poquito de la historia de las cuevas para quien le interese:
En 1610, la Santa Inquisición llevó a cabo un juicio conocido como el Auto de Fe de Logroño, donde 31 personas de la región fueron acusadas de brujería y hechicería. Muchas de estas personas fueron torturadas y ejecutadas.

La cueva más grande o cavidad principal, tiene una longitud de 120 metros y una altura de 12 metros. Está formada por roca caliza y ha sido erosionada por el arroyo Infernuko erreka (Arroyo del Infierno), que la atraviesa conformándola como un amplio túnel

Este impresionante complejo kárstico superficial es el escenario donde la leyenda sitúa la celebración de los akelarres, las fiestas rituales nocturnas que la Inquisición juzgó como culto demoníaco a comienzos del S. XVII.

El conjunto se completa con dos galerías más altas, de orientación similar a la galería principal, que se abren a la misma.
Hay un par de recorridos balizados con paneles informativos que te ayudan a orientarte y elegir el recorrido que quieres hacer o por qué orden.

Nosotros sólo hicimos uno, el recorrido principal y el más largo, el marcado en rojo.

Tuvo una duración aproximada de 40 minutos

  

Me parecieron espectaculares además de muy cómodas y para las personas que tengan algún tipo de fobia, en ningún momento dejan de ver la luz exterior.







   

   
   



   

 



    


















En la misma calle donde está la entrada de las cuevas (no la salida), se encuentra el museo de las Brujas. Se inauguró en 2007, en el antiguo hospital de la localidad, fundado por la familia Dutaria en 1788 para preservar la memoria de las personas procesadas por la Inquisición.

El museo ofrece una visión sobre los procesos de brujería que tuvieron lugar en Zugarramurdi en el siglo XVII. A través de audiovisuales, pantallas interactivas y exhibiciones escenográficas, se puede aprender sobre el proceso inquisitorial y la vida cotidiana de las personas acusadas de brujería. Además, el museo explora los mitos, leyendas y las prácticas de medicina herbal de la época.

Finalmente no lo visitamos, ya que recomiendan verlo primero y después ver las cuevas y cuando pasamos por allí que íbamos de ida estaba cerrado y pensamos verlo a la vuelta pero nos llevaría una hora y queríamos ver una par de pueblos mas en lo que quedaba de tarde, así que solo entramos para comprar algunos souvenirs que estaban muy bien de precio.

Nos dirigimos a Espelette. Distancia:  17,1 kms. 22'

ESPELETTE

Espelette es una pequeña población de 2032 habitantes.

Sus calles parecen sacadas de un cuadro, con las tradicionales casas vascas alineadas a ambos lados de la acera, muchas de ellas mostrando su producto estrella del que se sienten orgullosos y del que le ha dado fama al pueblo, el Piment d’Espelette (“Pimiento de Espelete”).

Estos pimientos los cuelgan en sus fachadas para su secado, así como le dan un toque estético embellecedor al pueblo.

Al llegar a Espelette, tras aparcar, nos dirigimos a la oficina de turismo en la rue Karrika Nagusia, 145.

Esta se encuentra en el impresionante edificio de El Castillo de los Barones de Espelette construido sobre un antiguo castillo fortificado, albergó durante mucho tiempo un presbiterio, que marcó su historia y su arquitectura.

Se encuentra situado junto a la zona peatonal de Espelette. Ha sido renovado recientemente y alberga en la actualidad el ayuntamiento (“Mairie” en francés).

La oficina de turismo está situada en la segunda planta del castillo. El tercer piso alberga exposiciones temporales y permanentes sobre los lugares más destacados de la región



Seguimos calle abajo hacia la otra punta del pueblo, pero a solo unos minutos de oficina de turismo a visitar la iglesia antes de que la cerraran.

Iglesia de San Esteban (“Église Saint Etienne” en francés). Construida en el siglo XVI, posee proporciones masivas y muros gruesos porque fue erigida también como fortaleza.

Aunque su exterior es austero, en su interior destaca un hermoso altar barroco y mobiliario del siglo XVII.



El interior de la iglesia, como la mayoría de las iglesias tradicionales de la provincia vasco-francesa, está formado por una sola nave. Galerías de madera se extienden a lo largo de las paredes laterales y trasera del edificio.



  









  


Al igual que otros pueblos como Sare y Ainhoa, que veríamos más tarde, el cementerio se encuentra junto a la iglesia y también aquí destaca por las lápidas funerarias vascas tradicionales. 

La persona más famosa que yace en este cementerio es Agnès Souret, la primera Miss Francia de la historia (1920).

  

Los pimientos rojos secos se ha convertido en el símbolo del pueblo, está en todas partes incluso en las lápidas o piedras funerarias de los cementerios.


Es un placer pasear por sus calles y disfrutar del singular paisaje, creado por las hermosas casas con los pimientos colgando de sus fachadas y balcones. Espelette está lleno de tiendas y boutiques que venden no solo los famosos pimientos sino también muchos más productos locales como chocolate y queso.



A solo 2 minutos del ayuntamiento y siguiendo la calle peatonal de Espellette, llegamos al Centro de Interpretación del pimiento rojo.

Entramos recomendados por la señora de la oficina de turismo y fue muy interesante, allí a través de unas vitrinas y un magnífico audiovisual, comprendimos mejor la historia, la región donde se produce, el ciclo de producción, etc. Tambien te dan un folleto donde vienen recetas por si en casa quieres degustar de otras maneras el famoso pimiento.







No hay palabras para describir la belleza de este pueblo y su originalidad con los pimientos colgados para su secado y porque no, para su embellecimiento y estética.

Algunos estaban ya muy oscuros y si la recolección es entre agosto y el 1 de diciembre, tendrían que ser de la temporada pasada por lo que ya estarían secos de mas y los han dejado como adornos.



  

Paseamos por las calles céntricas llenas de ambiente restaurantes y tiendas, probablemente nos hubiéramos llevado la misma impresión que en otros pueblos que vimos pasadas las 19 horas, que sería un pueblo fantasma, pero afortunadamente aquí llegamos temprano.















Sobre las 18:50 nos dirigimos al cercano pueblo de Ainhoa, a solo 10 minutos (6,8 kms), aunque ya imaginábamos que por la hora estaría sólo, pero era cuestión de ver al menos su arquitectura, sus casonas, aunque similares a las de toda la zona, siempre hay alguna más espectacular que te llama la atención.

Se trata de una población muy pequeña de solo 650 habitantes y a solo 6 kms. de la frontera española

AINHOA

Aparcamos en un parking público que hay a la entrada del pueblo a la derecha.

Un poco más adelante se encuentra el frontón, donde ningún pueblo por muy pequeño que sea carece de este típico paredón con su explanada correspondiente donde se juega el deporte vasco por naturaleza, cesta punta y pelota mano.

Goza de una ubicación privilegiada en el corazón del pueblo, construido en 1849, además es un espacio multifuncional que también se utiliza para celebraciones, eventos y otras actividades.

Justo detrás,  la iglesia de Notre-Dame de l'Assomption.




La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción fue construida en el siglo XIII, erigida no solo como iglesia sino también como lugar de refugio para la gente del pueblo en tiempos de guerra.

El interior de la iglesia posee las características típicas de la mayoría de las iglesias tradicionales de la provincia vasco-francesa, y la torre campanario de porche.

Está formada por una sola nave con galerías de madera que se extienden a lo largo de las paredes laterales y trasera. Estas galerías fueron en el pasado utilizadas por los hombres durante la misa, mientras que las mujeres se sentaban en los bancos de la planta baja (aunque en otras páginas de Internet, he leído justamente lo contrario, que las galerías eran utilizadas por las mujeres).

Estaba cerrada y no pudimos verla por dentro.

    

La iglesia está rodeada por un cementerio, el cual es un bonito ejemplo del arte funerario vasco, ya que está lleno de lápidas tradicionales de los siglos XVI y XVII.



Ainhoa está básicamente formado por una sola calle. Pero las casas son típicas de la arquitectura local, caracterizadas por la piedra expuesta en las esquinas y las contraventanas de madera en vivos tonos rojos o verdes o tambien algunas, las menos en azul. El camino de Santiago cruza también Ainhoa.

  
El Ayuntamiento












El pueblo estaba desértico, acababan de dar las 19:00 y nos ocurre lo mismo con todos los pueblos que visitamos pasando esa hora, ya que cuando los comercios cierran supongo que la gente se retira a sus casas a cenar y el turismo se marcha hasta el día siguiente.

En España tenemos otros horarios, nos adaptamos perfectamente , pero nosotros queríamos aprovechar el día, dado que todavía era el mes de septiembre y había mucha claridad a esa hora.

Tiene su encanto ver el pueblo vacío pero también gusta verlo animado con gentes, comercios, etc.

Frente al frontón había un bar abierto, era el restaurante del hotel Le Maison Oppoca, donde nos tomamos unas cervezas, 17,30€ y nos marchamos para nuestro hotel en Sare.


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