Día 5º – Domingo 01-05-2011
Itinerario: AGRIGENTO-CALTANISETA-VILLA DE CASALE (PIAZZA ARMERINA)-CALTAGIRONE-RAGUSA
- De Agrigento a Caltanissetta = 59 Kms 58’
- De Caltanissetta a Villa Romana de Casale (Piazza Armerina) = 42.7 Kms 48’
- De Villa de Casale a Caltagirone = 36 Kms 46’
- De Caltagirone a Ragusa = 59.3 Kms. 1h 02’
Nos levantamos es el bonito hotel de Agrigento y después de tomar nuestro desayuno buffet, que parecía que éramos los únicos clientes, sobre las 8:00 de la mañana emprendimos nuestra ruta del día. Hoy comenzábamos hacia el interior y nos dirigimos a Caltanissetta.
CALTANISSETTA
Allí principalmente lo que íbamos a ver era la Abadía del Santo Espirito, una iglesia románica del siglo XII. Estaba un poco retirada del pueblo, a unos 3 kms. por lo que tuvimos que atravesarlo por completo hasta llegar allí, lo que vimos de paso nos pareció un pueblo muy lindo con unas placitas muy bonitas y muchas iglesias como es normal en toda Italia. La Abadía esperábamos que estuviera en una zona aislada pero aunque a las afueras, estaba en la propia ciudad.
Aunque no era un día de mucho turismo, sí de público local ya que era domingo y estaban celebrando misa, por lo que sólo pasamos un momento a verla y no nos pudimos recrear mucho rato ni hacer fotos de su interior. Era simple, pero a su vez bonita, toda de piedra con la techumbre de madera, muy medieval. Destaca un fresco del siglo XV, el "Cristo que da su bendición" que se conserva en el interior del templo, pero existe también una copia del original en el portal.
A nosotros la del portal, a pesar de ser una copia del original, nos pareció que no tenía ninguna semejanza, perdón por quién piense lo contrario, pero la del interior era un pantocrátor horrible, suponemos que en la restauración de la pintura la forma como le habían pintado los ojos parecía que estaba espantado.
Para salir de la ciudad, de nuevo no le hicimos caso al GPS y dimos unas cuantas vueltas hasta encontrar la salida, cosa que nos vino bien para poder conocer un poco más Caltanissetta.
VILLA ROMANA DE CASALE (PIAZZA ARMERINA)
Nuestro siguiente destino era la Piazza Armerina, concretamente la Villa romana de Casale, allí se encuentra la mayor colección de mosaicos mejor conservados de época romana (5€) y Patrimonio de la Humanidad desde 1997.
Su maravillosa conservación a través del tiempo es gracias a una capa de barro, producto de una inundación antigua por un corrimiento de tierras en 1161.
Después del aparcamiento hay un largo camino peatonal, toda una calle llena de puestos de vendedores de cerámicas de la zona, artesanos y suvenires de todo tipo.
En la Villa romana, al entrar nos encontramos unas estructuras metálicas que nos pareció un pegote tremendo, aunque por otra parte pienso que es la mejor manera de proteger los mosaicos tanto de las inclemencias del tiempo como del pisoteo de los visitantes. Al entrar, todavía al aire libre, en la puerta de entrada, antes de llegar a las estructuras metálicas, nos llamó la atención de que el suelo también era de mosaicos, sin proteger, por donde teníamos que pasar todo el público como si de un camino de tierra se tratara, en otro lugar esos mosaicos estarían vallados o protegidos con cristales, supongo que como hay tantos y tan bien conservados, como si estos no tuvieran importancia nada más que los de las estructuras metálicas.
Foto aérea de la Villa Romana de Casale (lasicilia.es)Las diferentes estancias se componen de:
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Entrada. Patio rodeado de columnas con capiteles jónicos, quedan restos de una fuente. Incluso pudimos ver una almeja fosilizada en una columna.
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Peristilo. Decorado con mosaicos con cabezas de diferentes animales (felinos, antílopes, cabras salvajes, caballos, ciervos, elefantes. El recorrido de las salas es a través de unas pasarelas metálicas que nos permiten no erosionar los mosaicos además de poder visualizarlos con cierta perspectiva desde una determinada altura para admirar mejor su grandiosidad.
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Triclinium
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Complejo termal. Se accede directamente desde la entrada de la villa. La primera estancia, está decorada con mosaicos que representan a la matrona propietaria de la casa. Es muy famosa la Sala delle Dieci ragazze (Sala de las diez muchachas), donde se representan a mujeres realizando actividades deportivas semejantes al voleibol actual, ataviadas con ropajes que recuerdan mucho a los bikinis actuales(y luego dicen que es una moda de la segunda mitad del siglo XX).
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Corredor con escenas de caza. Este largo corredor, de 65,93 metros de longitud y 5 de anchura que representa una gran partida de caza de bestias salvajes, destinadas a los juegos del anfiteatro, en Roma
CALTAGIRONE
Llegamos a Caltagirone y después de pasar un buen rato buscando donde dejar el coche por su laberinto de enrevesadas calles medievales, cuesta arriba, cuesta abajo como todas las ciudades de interior que estamos viendo en Sicilia, por fin llegamos a la plaza Innocenzo Marcinno donde encontramos aparcamiento.
A unos señores que iban pasando les preguntamos por la famosa escalinata que teníamos interés en ver y nos indicaron que estábamos muy cerca, a unos 400 mts., mira por donde estos señores eran argentinos con lo cual hablaban español, amabilísimos, nos contaron sus vidas e incluso nos ofrecieron que les acompañáramos al restaurante donde iban a comer, agradecidos declinamos la invitación porque no queríamos apalancarnos en un restaurante, que con la charla perderíamos dos horas y no teníamos mucho tiempo, nos indicaron otro sitio para picar, como no nos quedamos con el nombre, tapeamos en otro lugar que nos pareció con buena pinta, no recuerdo el nombre pero estaba también muy cerca, concretamente en la Via Studi equina con Príncipe Amadeo de Saboya, fue todo un acierto.
Nos tomamos una especie de bocatas pero no con pan normal sino formado con la masa de las empanadas y rellenos de diferentes cosas, los había de espinacas, salchichas, jamón, queso, probamos varios de diferentes sabores y estaban riquísimos, después también tomamos, por fin, los famosos y típicos arancines que los veíamos por todas partes y son una especie de bolas hechas con arroz rellenas de espinacas, jamón y queso, rebozadas y fritas, estaban deliciosas, creo que hasta aquel momento eso y el pani c’ameusa de Palermo es lo que más me había gustado de todo lo que había comido en Sicilia.
Después de comer, aunque esta lloviendo un poco, suerte que paró pronto y eso hizo que se despejaran las calles y pudiéramos tirar fotos a la escalera con menos gente, nos fuimos en busca de la famosa escalinata, altísima de 142 peldaños, la contrahuella de los escalones era de cerámica con motivos diferentes cada uno de ellos, que representan escenas de la historia y la cultura siciliana, mezclando motivos folclóricos con grecas policromadas, por algo estábamos en “la capital de la cerámica”, donde nos encontramos muchísimas tiendas dedicadas a esa artesanía, de más calidad, más categoría, de firmas, otras de esas multitudinarias como grandes almacenes con artículos baratos para el turismo, pero al ser domingo la mayoría estaban cerradas.
Al inicio, a la derecha se encuentra el Palazzo Reburdone, actual museo de la cerámica. Antes de subir a la escalinata, ya nos sorprendió la decoración de plantas, cientos de macetas, de geranios principalmente, dispuestos de manera que formaban un 1, un 5 y un 0, correspondientes al 150 aniversario de la independencia de Italia, por eso está toda la isla y supongo que todo el país, preparándose para la celebración, y Caltagirone no iba a ser menos y la forma que tiene de rendirle homenaje al evento era poniendo esas plantas verdes, blancas y rojas simulando los colores de la bandera italiana, claro que para ver eso había que ponerse desde muy lejos y ver la escalera de forma vertical ya que cuando empiezas a subir y te metes entre los números, no se aprecia el dibujo. No se exactamente cuanto tiempo permanecerán esos adornos conmemorativos pero tuvimos mucha suerte de verla así en ese momento, aunque según tengo entendido en los meses de junio y julio también la decoran de diferentes formas por distintos eventos de las fiestas de la ciudad.
El ascenso, a pesar de sus 42 escalones, no se hace pesado entre mirar con detalle los azulejos de los escalones, las plantas, las vistas de las callejuelas a derecha e izquierda, las tiendas de cerámica, una foto aquí y otra allá, etc. cuando te das cuenta estás arriba.
El diseño actual de las escaleras adornadas con cerámicas sobre la base de piedra lávica se remonta tan sólo a 1953, y sirvió para embellecer la escalinata construida en 1608 que unía la ciudad antigua con la expansión urbanística del Renacimiento. La escalinata une los 50 metros de desnivel entre Vía Bonaventura, límite de la ciudad en época árabe-normanda, con el Instituto salesiano Sant’Agostino, edificado sobre los restos del castillo normando destruido con el terremoto.
La Scala Santa Mª del Monte
La cerámica de los escalones
Una vez terminado el ascenso, nos encontramos con unas preciosas vistas tanto de la perspectiva de la propia escalera como de la ciudad de Caltagirone. La scala desembocaba en la via Ex Matrice en una plaza con una fuente que tenía en el frente un gran cuadro de cerámica, a la derecha la Iglesia de Santa Mª del Monte.
La escalera vista de lejos y desde arriba
Cuando bajamos las escaleras nos fuimos para la plaza del Municipio, donde en la Galería Luigi Sturzo, antiguo Palacio Senatorio, también muy bonito y decorado con cerámica, se encontraba la oficina de turismo.
A continuación, bajando por la Via Duomo, llegamos a la Basílica Catedral di San Giuliano, aunque estaba cerrada y no pudimos entrar.
Después, en la Plaza Umberto vimos algunos edificios notables y alguna tienda de cerámica que se encontraba abierta, rematamos nuestra visita de Caltagirone observando la fachada de la Cárcel de los Borbones, de finales del siglo XVIII, actualmente sede del Museo Cívico, que dada la hora que era, plena siesta, estaba también cerrada y la ciudad se había quedado desértica.
RAGUSA
Llegamos a Ragusa sobre las 17:00 horas, nos fue fácil encontrar nuestro hotel que tenía una ubicación fantástica, se encontraba en una de la principales vías de la ciudad, el Corso de Italia, en un antiguo palacio de la parte antigua de la nueva Ragusa. Con el aparcamiento tuvimos mucha suerte porque la calle es de zona azul y al ser domingo además de aparcar en la misma puerta del hotel, no tuvimos que pagar.
Ragusa. Una “isla dentro de la isla” como la denominan los que la conocen bien, por tratarse de una provincia tradicionalmente ajena al movimiento urbano de las masificadas Palermo y Catania.Ragusa está dividida en dos partes, la denominada Ragusa Ibla o la del settecento que es la ciudad antigua que sufrió el terremoto de 1693 y que posteriormente fue reedificada; y la nueva Ragusa, o la del novecento el asentamiento moderno se percibe en el cambio de relieve.
El hotel “Antica Abadia Relais”, era el único hotel de 5 estrellas que nos hospedamos en nuestro recorrido por Sicilia. Nada más llegar, ya nos llamó la atención porque la recepción no era el frío mostrador donde está el empleado a un lado y el cliente al otro, allí había una mesa grande de despacho donde parecía que estabas en una oficina o algo así. Miguel, el recepcionista, muchacho amabilísimo que hacía de chico para todo, cargó con nuestras maletas y orgulloso del lugar donde trabajaba, se dispuso a enseñarnos todas las instalaciones, sauna, sala de masajes, en la parte baja y en la parte alta diversos salones sociales como pequeños comedores pero todo decorado en plan principesco, con un clasicismo increíble, bóvedas pintadas, cortinas colgantes, etc. las habitaciones cada una era de un color diferente con nominaciones florales y las sábanas bordadas a mano.
Aunque todo muy bonito a la vista, yo particularmente prefiero hoteles con líneas modernas y más funcionales donde me sienta más cómoda con sitio para poner las maletas y más muebles para colocar cosas, pero realmente habíamos pagado menos que por otros de 4* en otras ciudades.
Comenzamos nuestra visita por la Plaza de San Giovanni donde se encuentra la Catedral de San Giovanni Batistta que la teníamos justamente enfrente del hotel, aunque estaba cerrada.
Tomamos el Corso de Italia hacia abajo, pasando por Piazza de la Poste a la izquierda, al final desemboca en la Vía XXIV Magio, tomando esta a la izquierda nos topamos con la Iglesia de S. M. de la Scale y había un mirador donde tuvimos la primera impresión de la vieja Ragusa Ibla en todo lo alto, preciosa imagen de postal.
Continuamos por el Corso Mazini hasta que nos encontramos unas escaleras que nos ahorraban bastante camino de descendientes calles con curvas hasta que llegamos a la parte baja donde se encuentra el Palacio Cosentini, con unas ventanas que tenían unos aleros y gárgolas preciosas y la Iglesia de las Ánimas del Purgatorio.
En una placita justo al lado estaba la oficina de turismo y entramos como es habitual a solicitar información, después mientras nos tomábamos una cerveza en un quiosco que había en la misma plaza, charlábamos con algún lugareño que hablaba castellano y que siempre tenemos la suerte de encontrar, aprovechamos para tomar unas preciosas fotos de la Plaza de la República y de la parte opuesta, la Ragusa que acabábamos de dejar.
Para subir a la parte vieja había que tomar por empinadas cuestas, comenzamos el recorrido por la Vía del Mercato, nos encontramos una bonita ciudad de piedra, muy armónica con unos balcones preciosos, continuamos por Via 11 de Febrero, Via Ten. Di Stefano, Via Cap. Bocchieri hasta llegar a la plaza del Duomo.
Duomo de San Giorgio es la catedral de Ibla, su cúpula mide 43 m. y fue terminada en 1820, una verja de hierro rodea la escalinata de 54 escalones.
En la plaza había varios carteles rememorando las muchas películas que se han rodado allí, unas más conocidas para nosotros y otras no, supongo supongo que no habrán trascendido de Italia.
Seguimos caminando un poco más hacia abajo donde había otra plaza final donde se encontraba un parque.
Ese día yo estaba especialmente cansada, ni siquiera me había dado por mirar el reloj, buscamos un sitio para cenar y nos sentamos en el primer restaurante que encontramos, no tuvimos no tuvimos suerte, era un sitio típico de turistas donde cobraron un pastón y la calidad de la comida era mala.
De allí volvimos a la plaza del Duomo, que había mucho ambiente, nos tomamos un heladito . Estaba allí parado un coche de policía y le preguntamos por un taxi, ellos mismos se encargaron de pedirlo.
Cuando llegó el taxi nos llevó al hotel, el precio era pre-marcado y nos llevó un poco caro, 15€ aunque la distancia no era muy larga, unos 3 kmts.no teníamos fuerza para subir tantas cuestas y escaleras.
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4 comentarios:
Estoy haciendo un recorrido por Sicilia y me encanta tu blog
que buenas fotos
me esta sirviendo para plsnificar visitas
Abrazo
Conchita
Hola
¿Vas a liberar el acceso al resto de capítulos de Sicilia? Me está resultando muy útil todos tus comentarios, están muy bien detallados.
Gracias
Hola Anónimo.
Pues me temo que ya a estas alturas me va a ser casi imposible, últimamente no tengo tiempo para escribir y se me están quedando algunos viajes atrasados. Tengo muchas notas de los capítulos que quedan pendientes de Sicilia y como menciono el itinerario, si tienes alguna duda en concreto que pueda ayudarte a resolver, me escribes un email que estaré encantada de ayudarte. Saludos
Gracias por tu blog,es muy util para mi proximo viaje a sicilia
Espero que publiques algo sobre el monte etna
Muchas gracias!!!!
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