13 dic 2009

ARGENTINA: Nov-Dic/2009 - CAP. II

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DÍA 2º. LUNES 23/11/09 Buenos Aires
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http://www.prestigia.com/es/park-central-unique-hotel.html?gclid=CNrHx-Tpzp4CFQdl4wodMggIsA



A la hora prevista y sin retrasos llegamos al Aeropuerto Ministro Pistarini Ezeiza. Rápidamente salió la primera maleta, pero la segunda salió a la hora, sí, efectivamente, Roberto, nuestro agente estaba en la puerta esperándonos junto con Osvaldo y Lola, una pareja canaria, con lo cual para no hacerlos esperar más, no tuvimos tiempo de cambiar dinero en el Banco de la Nación que está a la salida del aeropuerto y que era donde nos habían aconsejado que lo hiciéramos por ser el cambio más ventajoso. El aeropuerto me decepcionó un poco, lo vi un poco viejo y pequeño para una ciudad como Buenos Aires, , pero me dijeron que esa era la terminal de llegada de Aerolíneas Argentinas, así que ya vería la zona de salida a la vuelta. 

Traslado al Hotel UNIQUE PARK CENTRAL.

C/. Diagonal Roque Sáenz Peña, 1174 – Buenos Aires. +54 11 6777 0300


C/. Diagonal Roque Saenz Peña, Hotel Unique Park, al fondo el Obelisco

Lo que más valoro del hotel es la situación, pleno centro como se puede ver en la foto en una bocacalle peatonal al ladito del Obelisco. Tenía un aspecto elegante, el personal bastante amable y aunque habían reformado algunas cosas todavía se podía observar que tenía cierta antigüedad, sobre todo en el cuarto de baño, era demasiado pequeño y sin espacio para poner ni las bolsas de aseo, estaba limpio y la cama era enorme, la ducha tampoco era de teléfono (después pude comprobar que es una práctica habitual en Argentina que las bañeras no tengan manguera en la ducha) la habitación tampoco tenía muchos muebles para colocar cosas. Tampoco me gustó que, dados los tiempos que corren que hasta una pensión de mala muerte tiene wi-fi en la habitación y este hotel la tenía pero de pago, 14 dólares por día, sí una pasada, suerte que pudimos enganchar con un bufete de abogados cercano y nos beneficiamos de Internet gratis los días que estuvimos allí.

Distancia desde el aeropuerto: 31,6 Kms, Duración: 33 ‘aproximadamente (eso según Google), la verdad es que no recuerdo exactamente cuánto tardamos en llegar, pues por el camino Roberto fue comentándonos cosas de Buenos Aires, sólo sé que había bastante tráfico, teniendo en cuenta que allí en aquel momento era hora punta sobre todo en la Avenida 9 de julio, la más ancha del mundo, sobre esto tengo que decir, que aunque era impresionantemente ancha, es de los mitos que siempre había tenido idealizado, pero después de haber estado en Berlín y ver algunas avenidas muy muy anchas, sinceramente esta no me lo pareció tanto.

En el hotel aunque tenían la hora de entrada a las 15:00 horas (como en todos los hoteles de Argentina que estuvimos), serían aproximadamente las 9’00 de la mañana pero como tenían la habitación libre, nos la dieron, yo ya tenía planes para hacer cosas esa mañana porque la visita panorámica que nos entraba en el circuito no la teníamos programada hasta por la tarde, pero nos dijo Roberto que a las 9’15 pasaban por el hotel para llevarnos a la panorámica. ¿A las 9’15?, uff no nos dio tiempo ni de cambiarnos de ropa, ni deshacer la maleta, ni de tomarnos un café… sólo un cepillado de dientes y andando.

En calle Corrientes, a la espalda del hotel nos esperaba el autobús. Después de hacer un recorrido por otros hoteles para recoger gente, comenzó nuestro tour.

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Visitamos la Avda. 9 de Mayo con la plaza de la República y el Obelisco, la plaza del Gral. San Martín con la Torre de los ingleses,







Una paradita para visitar a pie la famosa Plaza de mayo, lugar donde se concentraban las madres de mayo con su pañuelos blancos, con la Casa Rosada Sede de la Presidencia, el Cabildo, la Pirámide de mayo, la Catedral metropolitana, etc. 

Nada más montarnos en el autobús, llegaron dos chicas y nos tiraron una foto de cara a todos, se bajaron y en el barrio de Palermo se volvieron a montar donde traían un CD con tangos de Carlos Gardel y una foto-montaje con unos bailarines de tango con nuestras caras, estaba muy original y graciosa y la compramos, este es el resultado:





Continuamos el recorrido hasta llegar a la siguiente parada en el Estadio del Boca Juniors (la Bombonera) donde aprovechamos para tomar nuestra primera cerveza Quilmes de las muchas que vendrían después (2 cervezas = 18 pesos = 3,20€), como aún no habíamos tenido tiempo de cambiar dinero, tuvimos que pedirle prestados unos pesos a Osvaldo y Lola que en nuestra siguiente parada en el famoso y pintoresco barrio de Caminito, en una casa de cambio que hay en un centro comercial, cambiamos de urgencia algún dinero hasta que pudiéramos encontrar un banco con mejor cotización pero al final resultó que no era tan malo el cambio (1 € = 5,50 pesos), con lo que pudimos devolverle el préstamo a nuestros compañeros de viaje.





Un poco más adelante fue la siguiente parada . En ella visitamos la calle museo Caminito, con sus conventillos tan bonitos y originales con un colorido tan llamativo realizado con chapas y pintados con las pinturas que sobraban de los barcos, la confitería Havanna, y las calles de alrededor, donde había multitud de comercios turísticos, artistas callejeros, vendedores ambulantes y montones de restaurantes ofreciendo muchos de ellos show gratis de tango, que podías disfrutar sólo por pasar por allí, aunque te acosaban e intentaban ofrecerte sus negocios como el mejor.

La siguiente parada ya la hicimos en el recientemente renovado y rico barrio de Puerto Madero antagónico con el de Boca, allí se encuentran la zona de negocios y los rascacielos más altos, la Universidad católica, el Puente de la mujer obra de Calatrava, etc.



Puesto que era la última parada antes de regresar al hotel y ya rondaba la hora de comer, nos apeamos allí junto con Osvaldo y Lola y nos fuimos a comer al Restaurante “Siga la Vaca” C/. Alicia Moreau de Justo 1714, Puerto Madero Tel: 4315 6801 / 6802 

Este Restaurante ya lo habían aconsejado algunas personas en el foro de Los Viajeros pero también nos lo recomendó nuestro guía Roberto y eso me hizo pensar que cuando un mismo restaurante lo aconsejan varias personas por algo será. 

Realmente es estupendo y merece la pena, es un bufett libre de parrilla por 45 pesos (8 €) por ser a mediodía de un día de diario, en cenas y fines de semana es un poquito más caro. Allí tomamos nuestra primera parrilla argentina, riquísima probamos varios tipos de carnes y ya no podíamos más, incluía también en el precio bufett de ensaladas, bebidas y un postre, una auténtica ganga, pero sobre todo por la calidad y el magnífico sitio. Pasamos una velada encantadora con nuestros compañeros canarios, que iniciaban el tour con nosotros pero, a pesar de ser muy agradables y caernos muy bien poco nos duró su compañía ya que al quedarnos nosotros un día más en Buenos Aires, se desviaron y adelantaron un día en todos los destinos, ya vendrían otros compañeros con los que también pasaríamos veladas agradables y que en este viaje, no podemos quejarnos.

Al terminar de comer tomamos un taxi y fuimos al hotel (14 p = 2,50€). 

Descansamos un poquito, ducha y salimos a dar un paseo por las calles Corrientes y Florida.

Corrientes, la calle que nunca duerme, y que razón tienen. Qué cantidad de teatros congregados en una sola calle, más de los que pueda haber en toda Andalucía junta, y librerías, en mi vida había visto tantas librerías en tan corto espacio, cuando hay tantas librerías es porque se lee mucho, no hay más que hablar con su gente de cualquier profesión o cualquier clase social para comprobar el nivel que tienen. También me llamó la atención, y hablo desde un punto de vista provinciano, supongo que Madrid o Barcelona lo tendrán, es que tanto en Corrientes como en el resto de BB.AA. hay muchas tiendas dedicadas a una sola materia, chocolaterías, queserías, tiendas de chanclas, de artículos sólo de pies, etc.

En la calle Florida, la calle peatonal llena no solo de comercios fijos a ambos lados, sino también de mercadillo o puestos ambulantes en la parte central donde encuentras casi de todo, por cierto, ahí podéis comprar si se os olvida, los adaptadores de los enchufes que allí son de tres pinchos y con el montón de enchufes que necesitamos hoy con los portátiles, teléfonos móviles, cámaras, GPS, etc.

Después de esto nos fuimos para el hotel, tomamos un poco de jamón que llevábamos envasado al vacío y una cerveza porque no nos quedaban fuerzas ni para ir a cenar a un restaurante, el jet lag se hacía notar. 

Aprovecho para decir que los dos paquetes de jamón que llevábamos y que sólo consumimos uno este primer día, así como un par de paquetes de galletas, nos acompañaron todo el viaje pasando por un montón de aeropuertos y controles de seguridad sin problemas, después nos enteramos que está totalmente prohibido pasar comidas al país. A uno de los compañeros de viaje que tuvimos más adelante al pasar a Argentina viniendo de la frontera de Chile, llevaban una naranja que les había sobrado del desayuno y se la decomisaron, sí, como suena, es su anécdota del viaje, por una naranja tuvieron que firmar 4 papeles y retrasarles su viaje en 2 horas, así que aunque nosotros tuvimos suerte tened mucho cuidado si pensáis pasar comida.

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